Algunas consideraciones previas a la réplica de los vasos del Acebuchal de Carmona.
Bruñendo una cazuela.
Intentar la reproducción de algunos de los famosos vasos hallados por Bonsor en la finca El
Acebuchal de Carmona presenta varios aspectos del mayor interés. Por una parte, son un prototipo del campaniforme peninsular.Son además una cita clásica y obligada de la arqueología española al tratar del campaniforme.Están en Nueva York, pues fueron vendidos por Jorge Bonsor a la Hispanic Society of America.Su descripción es parcial en la bibliografía. He utilizado las fichas de la Samuel H. Kress Foundation, que recogen dos vasos campaniformes, una copa y un cuenco, faltando al menos el peso, la descripción más amplia de las pastas, en especial presencia o no de desgrasantes y su determinación, y la técnica de decoración, que solo se cita someramente y no en todos los casos, no apreciándose suficientemente en las fotografías.Algún otro vaso que puede verse fotografiado en internet ofrece dudas sobre el lugar preciso de su hallazgo, mencionándose Los Alcores.El contexto de los hallazgos no fue publicado.Recientemente (2009) han viajado a España en una exposición notable, El tesoro arqueológico de la Hispanic Society of America.Replicarlos plantea dificultades intrínsecas relacionadas con varios aspectos de las técnicas decorativas del proceso, no abordados en la bibliografía.Parece obligado recapitular la información relativa al hallazgo estos vasos del Acebuchal, hoy en la HSA.
Un breve comentario sobre el problema de la técnica mixta inciso/puntillado, en su aspecto arqueologíco ayudará a dimensionar la repercusión del problema.Por fin, en una entrada posterior, para describir el proceso de réplica de los vasos, se comentará sobre las pastas, los desgrasantes, engobes, útiles para su modelado y decoración, la dificultad de combinar bruñido y técnica impresa-puntillada, unas consideraciones sobre los rellenos de pasta blanca, con referencia a las últimas investigaciones en este punto, una experiencia de uso de cal o hueso antes y después de la cocción, además de problemas de la secuencia del proceso, para finalizar con temperatura y modo de cocción.En el artículo “El yacimiento del Acebuchal de Carmona, un análisis de las estructuras calcolíticas a través de los escritos inéditos de J. Bonsor e historiografía”,(M. Lazarich, I. Ladrón de Guevara, M. Rodríguez de Zuloaga y M. Sánchez Andreu), se intenta ordenar, a partir del diario y anotaciones de Bonsor, el material autógrafo que ayude a identificar y contextualizar, entre otras cosas, los hallazgos de los magníficos vasos vendidos a la Hispanic Society. El excavador no publicó las excavaciones en el Acebuchal realizadas entre 1908 y 1911. Fue su artículo "Les Colonies agricoles pré-romaines de la vallée du Bétis"el que dio a conocer la importancia de un yacimiento con materiales orientalizantes y otros prehistóricos, catalogados con la precariedad de conocimientos del momento. La excavación de estructuras de cabañas y pozos que denominóinicialmente silos, arrojaronuna serie de materiales entre los que se cita la cerámica con decoración puntillada yla bruñida lisa, ambas a mano. Parece que tuvo Bonsor graninterés por localizar vasos completos, pues había adquirido de RPérez tres vasos completos, que procedían de la parte alta de El Acebuchal y de sus alrededores. Yes en este punto donde las anotaciones, referidas a momentos diferentes en el tiempo, con imprecisiones en la atribución cultural y cronológica de lo hallado, son confusas y asistemáticas.
El vaso campaniforme representa la primera gran colonización cultural en el occidente europeo, con una cronología que va del tránsito del tercer al segundo milenio a. C. hasta mediados de éste. A su estudio de han ligado cuestiones arqueológicas fundamentales, y las técnicas de decoración, configuradoras de prototipos, no son despreciables. Ya el profesor Maluquer de Motes, en el contexto de su artículo “Nuevos hallazgos de la cultura del vaso campaniforme en la meseta”, hizo notar, hablando de los sepulcros zamoranos de Los Pasos y El Pago de la Peña, y siguiendo a Castillo, que: “el problema se centra precisamente sobre esa dualidad de técnica decorativa: la puntillada y la de Ciempozuelos (refiriéndose a la incisa)... Parece ser que en determinado momento ambos tipos de decoración coexisten, pero no queda bien claro cuál es el primero que aparece, ni son totalmente contemporáneos en su desarrollo y evolución.
También los arqueólogos siguen planteándose la cuestión de los usos de estos vasos singulares; el trabajo de Elisa Guerra, “Sobre la función y el significado de la cerámica campaniforme, a la luz del análisis de contenidos”, recoge cuatro usos constatados: el consumo de bebidas alcohólicas (durante la celebración de banquetes ceremoniales de exaltación masculina), identificando residuos de cerveza e hidromiel en unos cuantos ejemplares. Otros se usaron como vasijas-horno para reducir el mineral de cobre. En otros se han detectado restos de alimentos, y , por fin, algún ejemplar se empleó también como urnas cineraria. La autora considera que en todo caso existeuna conexión cultural o ideológica entre ellos, que los caracteriza como vasos rituales.
rodeno.
Para una aproximación a las pastas campaniformes, he seguido el trabajo “Características estructurales y mineralógicas de cerámicas campaniformes procedentes de Monturque (Córdoba)”, (J. BARRIOS, J. J. NAVAS, A. LOPEZ-PALOMO).
El análisis mineralógico de desgrasantes concluyó la existencia de cuarzo y calcita como componentes mayoritarios. Además, en cantidades menores y en proporción variable, micas, feldespatos, cloritas y dolomita. La granulometría distingue dos diámetros dominantes, el fino que acompaña a las arcillas del barro inicial, y el grueso que ha sido incorporado intencionadamente como desgrasante.A destacar, por suponer cuestiones técnicas: en todos los casos las pastas van del gris al negro. Esto es díficil de asociar con arcillas de zonas neógenas en cocción oxidante. Las pastas grises pueden obtenerse por adición de manganeso a la arcilla clara, y, comunmente, aparecen barros naturales oscuros en zonas de metamorfismo (descomposición de pizarras). Podemos entender entonces que el proceso de cocción habrá sido parcialmente reductor, incluso valorar una carbonación intencional, cerrando absolutamente el foso de cocción una vez alcanzada la temperatura máxima, para obtener el brillo metalizado de las superficies bruñidas de pastas rojas.
Por otra parte, la combinación bruñido-puntillado presenta dificultades técnicas, por lo que el alisado sería más lógico. Se comentará en la descripción del proceso de réplica experimental. En un caso de los analizados, pasta y superficie presentan notable diferencia de gama de color, lo que nos permite abordar la cuestión de los engobes. Se echa de menos la observación, a partir de microscopía de las secciones en lámina delgada, de la existencia o no de capas sobre la pasta. Así como una pared antigua suele presentar un aspecto bien alisado y enlucido al exterior, mientras que interiormente está conformada con piedras irregulares de distintas formas, composiciones y tamaños, la estructura ideal de una vasija que va a ser exquisitamente decorada mediante puntillado e incisión debe ser similar. La pasta contendrá desgrasantes que ayuden a soportar el choque térmico de cocción en foso, mientras que el alisado y bruñido de las superficies exige un acabado fino, muy liso y homogéneo que permita el bruñido y no convierta las líneas de incisión en barrancos quebrados irregulares por la presencia de los clastos.
Se puede establecer para Monturque, según estos autores, que las piezas fueron sometidas a un proceso de cocción en el intervalo de temperaturas de 500 a 700°C., sin superar los 710.
Por último, en cuanto a la adición (por incrustación) de pasta blanca para contrastar el dibujo con el color del vaso, se han publicado algunos estudios. Básicamente se trata de responder dos preguntas: el material que se utilizó, y si se aplicaba antes o después de cocida la pieza.
Resumo del trabajo de Odriozola et alt, “Los rellenos de pasta blanca en cerámicas campaniformes y su utilización en la definición de límites sociales.”
El 80% de las incrustaciones son de color blanco, que puede obtenerse de huesos, rocas calcáreas, caolinita, margas o feldespatos.Para Pajares de Adaja (Avila) y Fuente Olmedo (Valladolid) se utlizó carbonato cálcico. La presencia de cal en la mayor parte (32) de muestras estudiadas propició la hipótesis de que pudiera proceder de una actividad post deposicional, en concreto absorción del carbonato a partir del agua de lluvia que impregna el estrato.Tonalidades obtenidas de manera no intencional. El bruñido en la parte más húmeda del vaso ha unido pasta y engobe. En la zona superior, más seca, el bruñido del engobe no ha mezclado el tono de este con el amarillento de la pasta.