Si es vino y cola, es Calimocho, y seguramente que lo bebes bastante a menudo. Pero ¿acaso sabes cómo se originó esta famosa bebida? ¿No? Pues sigue leyendo.
La famosa bebida que a día de hoy se ha tornado en modelo de diseño para algunos que juegan a experimentar o a darle un toque sofisticado, no parece que pierda su carácter original debido a que su fácil preparación y bajo precio no nos rasca la cartera. Pero esta bebida que ahora parece formar parte de nuestros “findes” no es demasiado vieja y hace unos años en el centro y sur de España apenas se conocía.
Su nombre deja en evidencia de donde procede; del País Vasco.
¿Y cómo surgió el tan famoso brebaje?
Se sabe que poco antes de 1970 ya existía la mezcla de vino y cola, pero recibía nombres como rioja libre o el cubalibre del pobre. El nombre de Kalimotxo tomó forma en el País Vasco y según este fue extendiéndose por todo el país fue transformándose hacia la palabra castellanizada –Calimocho. Las fuentes se tornan algo borrosas al intentar buscar el origen del ya definido Kalimotxo, pero se acepta como válida la fuente popular de 1972. Dicho año, la cuadrilla Antzarrak (como las peñas jóvenes de la Mancha) durante las fiestas de Guecho o Getxo (en el Puerto Viejo de Algorta), se encontraban en una caseta o txosna cuando se dieron cuenta de que todo el vino que habían comprado se había avinagrado o “picado”. No quisieron tirarlo tras haber comprado tanto y decidieron mezclarlo con algo para que no se desperdiciara ni el vino ni el dinero.
El nombre procedería por atribución de los apodos de dos miembros de la cuadrilla; Kalimero y Motxo.
El nombre y la bebida se extendieron hacia 1980 por el País Vasco y Navarra, pasando progresivamente al resto de España y tomando diferentes nombres, muchos de ellos referidos al vaso en el que se beba. Por ejemplo cachi (tazón grande) o mini(vaso grande de plástico). Existe la leyenda de que fueron los soldados norteamericanos quienes mezclaron durante la Segunda Guerra Mundial durante la invasión de Italia el vino italiano y la Coca-Cola, pero al fin y al cabo sigue siendo una teoría.
Ahora que ya sabes de donde viene, recuerda que hacer calimocho con vino bueno o caro no es hacer calimocho, de norma queda usar siempre vinos peleones y baratos, si no perdería su gracia. ¡Ah! Y cuando más grande el recipiente donde lo hagas mejor (¿Quién no ha llenado un bidón o garrafa de este rojizo brebaje?).
Ale, a pasarlo bien y a disfrutar del fin de semana con nuestro querido calimocho (pero con conocimiento). Agur.
Carlos Albalate Sánchez