1. Noticias con olor a pescado...
El mundo de los bichos acuáticos fusiformes nos ha dado unas cuantas novedades. Entre ellas tenemos una nueva especie de celacanto de agua dulce de Europa. ¿Qué tiene de especial? Bueno, que es de una familia (Mawsoniidae) de celacantos que se supone arribó a Europa hasta bien entrado el Cretácico, pero éste pez (Trachymetopon liassicum) ¡data del Jurásico! ¡Wololo! Esto supone que hay que cambiar algunos renglones en el libro de la historia biogeográfica de los celacantos mesozoicos.
Luego llega otra noticia que no es de "pescados" (no me coman ictiólogos), pero huele a ellos y seguro se los comía. Se trata del hallazgo del ictiosaurio más grande encontrado en Inglaterra. Es del género Ichthyosaurus y medía unos tres metros de largo hasta donde se les tuerce la cola para formar la aleta de la cola. Lo interesante acá es que ¡esto se sabe a partir de una única aleta pectoral! Pero cómo ¿con magia? Nope. Con el poder de las matemáticas (ejem, *estadística) se pudo conocer las dimensiones del dueño de la "manita" aún sin tener todo el esqueleto. Esto, midiendo muchos especímenes completos de Ichthyosaurus. Como morfómetra que soy esto me resulta interesante, muy interesante y nos habla del poder predictivo de la estadística, así como de la valiosa lección: si vas a entrar a estudiar biología porque "no hay matemáticas", mejor piénsalo de nuevo.
Y ahora un par de "quesos" suizos. Se trata del hallazgo y descripción de dos nuevas especies de peces del género Saurichthys. Estos peces eran unos bichos alargados, con cara de pterosaurio (en serio, incluso se han confundido restos de ellos con pterosaurios), que no tienen parientes vivos. Aunque son "huérfanos fósiles" fueron muy abundantes durante el Triásico. Las nuevas especies son S. breviabdominalis y S. rieppeli. La importancia de estos peces radica en que su estudio permitió inferir que algunos de estos peces estaban experimentando especiación simpátrica (el "simpático" fenómeno de generación de nuevas especies en el mismo rango geográfico que las especies parentales). Genial ejemplo para los paleobiogeógrafos, tomen nota para sus clases.
¿Cuáles son las posibilidades de encontrarte un fósil importante en una urbe de casi siete MILLONES doscientas mil personas? Pues las probabilidades se vieron superadas por el hallazgo de un pez fósil en Hong Kong. El pequeñuelo es el primero encontrado en esa localidad y pertenece al género Paralycoptera. Los fósiles datan del Cretácico temprano (146.6 ± 0.2 Ma) y no sólo son importantes como mera curiosidad, sino que también extienden hacia atrás el rango geológico de ese género de pez en ¡al menos 40 millones de años!. Para mi, esto nos enseña que hay mucho que aprender e incluso de lugares insospechados, como el siguiente hallazgo.
La última de las noticias pescadosas tiene que ver con el hallazgo de otro pez en un sitio inesperado: en una construcción ubicada en Calgary, Canadá. Pero lo más inesperado fue que este fósil de pez casi acaba en manos de un museo creacionista... El colector del fósil fue Edgar Nernberg, un conocido creacionista de Alberta que al ver el fósil decidió mejor llamar a un paleontólogo. ¡Y que bueno que lo hizo! Pues un creacionista sólo hubiera dicho "Oh si, esto es otra prueba del diluvio universal"... En cambio, el pez resultó ser de gran utilidad científica, pues data del Paleoceno (ca. 60 Ma), una época de la que poco se sabe de la vida de Alberta. El pez (y otros más encontrados en la construcción) ya están bajo resguardo en el Royal Tyrrell Museum. La lección del día: nadie sabe para quién trabaja.
2. Historias humanas.
Dejemos de lado a los fusiformes y visitemos a nuestros primos lejanos...La primer noticia tiene que ver con un estudio de esos que son raros en nuestros parientes homínidos extintos: el análisis de aquello que no es cráneo o dientes (denominado postcráneo). Resulta que al estudiar varios restos se pudo saber el tamaño corporal aproximado de esos humanos antiguos (del género Homo, pero de especies indeterminadas) y al analizar estas tallas se concluyeron cosas interesantes. La primera es que las tallas corporales aumentan conforme pasa el tiempo (algo que se sospechaba pero que aún hoy se dudaba) y que este aumento está relacionado con el sedentarismo en áreas más estrechas. Los autores del estudio concluyeron eso tras ver un incremento considerable de talla entre las poblaciones africanas de humanos antiguos y las que estaban fuera de África, especialmente las de Dmanisi, Georgia.
Ok, ser grande da ventajas, pero ¿una vez que los humanos antiguos se hicieron grandes estaban a salvo de los carnívoros? Nope. Y de eso se trata el siguiente estudio. Se analizaron las marcas dejadas en los huesos de neandertales por mamíferos carnívoros de tres grupos: cánidos, félidos y úrsidos. ¿Y que encontraron? Cosas interesantísimas. 1) los neanders no tenían mucha suerte y acababan siendo atacados por carnívoros muy frecuentemente y 2) los carnívoros tenían zonas preferidas para mascar a nuestros primos. Los "tiernos ositos" dejaron considerables marcas en los miembros delanteros de sus víctimas. Los "lindos gatitos" iban tras el cuello y cabeza de sus atolondradas víctimas bípedas. Y finalmente, los "lindos perritus" atacaban cuello, cabeza, manos y pies...
Estos patrones sugieren que (y aquí estoy hablando por mí y no por los autores del artículo) los encuentros con osos eran principalmente de carácter defensivo, mientras que los de los gatos muestran un patrón típico de cacería (donde los neanders eran la presa) y los perros de una cacería bastante violenta (quizá en grupos). Esto último o bien es evidencia de escenas súper dramáticas o bien, que los neanders eran pésimos entrenadores de lobos (chiste gente, chiste... malo, pero mío).
Y bueno por ahora es todo, en breve escribiré sobre las noticias escamosas y dinosaurianas... Oh y sobre el nuevo tiburón gigante del Mesozoico. Calma, hay tiempo para todo. Saludos hasta donde estés y que tengas un excelente día.
FUENTES:
Dutel, H., Herbin, M., & Clément, G. (2015). First occurrence of a mawsoniid coelacanth in the Early Jurassic of Europe. Journal of Vertebrate Paleontology, (ahead-of-print), e929581.
Massare, J.A., D.R. Lomax & A. Klein. (2015). A largeforefin of Ichthyosaurus from the U.K.,and estimates of the size range of the genus. Paludicola 10(2):119-135. ACCESO LIBRE
Maxwell, E. E., Romano, C., Wu, F., & Furrer, H. (2015). Two new species of Saurichthys (Actinopterygii: Saurichthyidae) from the Middle Triassic of Monte San Giorgio, Switzerland, with implications for character evolution in the genus. Zoological Journal of the Linnean Society, 173(4), 887-912. ACCESO LIBRE
Tse, T. K., Pittman, M., & Chang, M. (2015). A specimen of Paralycoptera Chang & Chou 1977 (Teleostei: Osteoglossoidei) from Hong Kong (China) with a potential Late Jurassic age that extends the temporal and geographical range of the genus (No. e725v1). PeerJ PrePrints. ACCESO LIBRE
BBC News. (2015). Alberta 'creationist' finds 60m-year-old fish fossils. Consultado el 04/06/2015.
Will, M., & Stock, J. T. (2015). Spatial and temporal variation of body size among early Homo. Journal of human evolution, 82, 15-33. ACCESO LIBRE
Camarós, E., Cueto, M., Lorenzo, C., Villaverde, V., & Rivals, F. (2015). Large carnivore attacks on hominins during the Pleistocene: a forensic approach with a Neanderthal example. Archaeological and Anthropological Sciences, 1-12. ACCESO LIBRE