Este artículo contiene spoiler sobre la primera temporada de la serie !!
The Politician (2019- ), es la nueva serie -decir comedia resultaría insuficiente- de Ryan Murphy (Glee, Nip/ Tuck, American Horror Story) que indaga sobre la ambiciones políticas en el ámbito adolescente, y a la vez, es la serie que da inicio a la sociedad de Murphy con Netflix, por al menos cinco años -según el contrato de exclusividad firmado que se dio a conocer-.
La historia nos presenta a Payton Hobbart (Ben Platt), un adolescente que desde sus siete años ha tenido un único y claro objetivo: convertirse en presidente de Estados Unidos. Con esta meta en mente, la serie nos muestra como el joven dedica su vida -especialmente su adolescencia- a empezar a forjar sus primeros pasos como figura política. Para esto se candidatea a presidente del comité estudiantil del instituto al que asiste, pero hay un problema: Payton no es exactamente un chico sociable ni popular, por lo que su inteligencia o habilidades en la oratoria, no son suficientes para lograr su cometido, sin tener en cuenta que su principal contrincante, el carismático River, es todo lo que él no es, y por ello lleva la delantera.
Sin embargo, a partir de un suceso inesperado -que ocurre en el primer episodio!- Payton tiene nuevos rivales, y a partir de ello se debe plantear la tarea de conseguir un candidato a vice, que pueda sumarle votos y mejorar su imagen. Sus opciones "políticamente viables" y teóricamente inclusivas son: un chico con una enfermedad neurológica, un haitiano y una jovencita con leucemia.
Obviamente en todo este proceso electoral, los límites y valores personales de Payton pasan de realistas a -casi- inexistentes. Por parte de sus contrincantes, la apuesta va más allá, dejando de lado cualquier tipo de escrúpulos, rozando la crueldad y violencia llegando al punto de envenenar a nuestro protagonista.
De esta manera, The Politician exhibe por un lado cuestiones como la exclusión, o el bullying en la adolescencia -ya tocados por Murphy en producciones anteriores como la olvidadísima Popular (1999-2001), o la exitosa Glee (2009-2015)-, y por otro, el afán por el poder avalado por la famosa frase "El fin justifica los medios" , aunque aquí sería más correcta la frase " el camino al infierno esta lleno de buenas intenciones ".
Más allá de lo superficial de la trama, la serie realmente toca muchísimos otros temas, ya que en definitiva muestra una adolescencia fragmentada, un montón de jóvenes hiperconectados con la virtualidad, pero absolutamente ausentes -e invisibles- en otros aspectos, buscando cierta aprobación de sus pares o de sus familias, y haciendo literalmente CUALQUIER cosa por lograr sus planes -el deseo aquí queda excluído-.
En ese sentido, The Politician se acerca, desde el humor, a otras de las producciones de Murphy, que bordean la idea de lo siniestro y el terror, con American Horror Story (2011 -) como referencia más clara -en especial hacia los últimos episodios, y en una subtrama relacionada al personaje de Jessica Lange).
En cuanto a lo técnico, The Politician se destaca especialmente en su dirección de arte, que una y otra vez nos remite a los universos y al ojo singular de Wes Anderson, con quien la serie comparte cierto humor absurdo e inverosímil, en los pocos -poquísimos- momentos en los que la comedia pura está presente de manera efectiva. Más allá de eso, hay ciertas actuaciones, por ejemplo la extrañísima -y auto sometida- madre que compone Gwyneth Paltrow, o la siempre fascinante y aterradora Jessica Lange - resultan memorables, tan recordables como los fragmentos musicales de Payton -sí, la serie es una suerte de comedia política y musical- .
Ahora bien, en algún punto la serie funciona más como un mensaje que como un producto, ya que no logra destacarse por sobre otras producciones, y resulta más una serie pasatista que una que realmente deseemos ver.
Tal vez el plato fuerte de The Politician llegue con la temporada 2, ya que como anticipa el octavo y final episodio de esta primera temporada, las contiendas electorales pasarán a otro escenario. Claramente ya no se tratará -solamente- de la competencia política en la adolescencia, sino de enfrentar diversas forma de concebir y abordar a la política. ¿Será Payton carne de cañón en su camino al Senado? ¿Su equipo de asesores realmente podrá acompañarlo?