Algunos conceptos básicos sobre el panteón maya (Segunda parte): Itzamnaaj, el señor entre los dioses

Por Víctor Barrera Alarcón

Itzamna en su forma
antropomorfa como
un anciano

Continuando con la tanda de artículos sobre los dioses que pueblan la religión maya, hoy voy a hablar brevemente de una de las deidades más importantes (por no decir la más importante) de las que conformarían el panteón maya: el dios Itzamnaaj o Itzamna.
Podemos considerarlo como la deidad principal dentro de la cosmología maya, a quien se le atribuiría la creación de la escritura y, por lo tanto, muy relacionado con la sabiduría. Así mismo se encuentra muy relacionado con los ciclos del día y la noche. Otra de las características que se le atribuyen es su papel fundamental como creador y forjador del universo (véase HAMMOND, 1988: 303), por lo tanto, vemos que abarcaría múltiples partes de la existencia maya.
Ya en el siglo XVI se supo de la importancia fundamental de Itzamná por parte de los españoles, llegándose a recopilar poco después (fray Diego de Landa en 1565) mucha información sobre esta deidad. No obstante, un ejemplo claro de la importancia de Itzamná es el que nos aporta el padre franciscano fray Diego López de Cogolludo, quien en 1688 hablaría en su obra "Historia de Yucatán" sobre esta importante deidad:
"(...) le llamaban Itzamná, tengo por cierto que fue el hombre, que entre ellos primero inventó los caracteres, que servían de letras a los indios, porque a éste le llamaban tambiñen Itzamná, y le adoraban por Dios (...)"

Tablero del Templo de la Cruz de
Palenque-Lakamha´

Lápida de Pakal II
el Grande

A la hora de ser representado vemos que puede adoptar múltiples formas, desde un ser antropomorfo con rasgos que podríamos considerar propios de un anciano (ver la imagen superior), hasta un reptil (normalmente se le asocia con una iguana), así como un ave. Uno de los sitios arqueológicos donde lo podemos encontrar con mayor facilidad es el sitio de Palenque-Lakamha´, de donde destacaremos tres registros de gran importancia: los tableros del templo de la cruz y de la cruz foliada, así como la lápida de Pakal el Grande.

Tablero del Templo de la Cruz Foliada de Palenque-Lakamha´

De los tres registros destacados vamos a tratar con mayor profundidad el conocido como "tablero de la cruz foliada" de Palenque (imagen superior). En dicho tablero se narra la creación del mundo y el nacimiento de los denominados como "Primer Padre" y "Primera Madre"(nacidos el 16 de Junio de 3122 a.C. y el 7 de Diciembre de 3121 a.C. respectivamente según narran las inscripciones). Podemos apreciar a simple vista que la escena está dominada por dos personajes antropomorfos separados por una cruz. Esta cruz (que sería la que daría el nombre al tablero) se trataría de la esquematización del arbol más sagrado para los mayas, la gran ceiba que conectaría nuestro mundo, el mundo terrenal con el Xib´alb´a o el inframundo de los antiguos mayas (para conocer más sobre el inframundo maya y su relación con el mundo terrenal recomiendo leer otro artículo de este blog: "Cuevas, grutas y cenotes: el tránsito al Xib´alb´a entre los antiguos mayas"). Si centramos nuestra atención en este "árbol esquematizado", especialmente en su base y en su parte superior, podremos llegar a encontrar la relación entre estas tres imágenes de Palenque: en las tres imágenes, la base de la cruz la forma un rostro que se ha relacionado con ese aspecto reptiliano que en ocasiones se otorga a Itzamna, así mismo, en la parte superior de las tres imágenes podemos apreciar la figura de un ave (también conocida como el pájaro-serpiente), otro símbolo de Itzamna.
Si hay un aspecto que realmente me llame la atención de Itzamna es su carácter cuatripartito, del mismo modo que en la religión cristiana se dice que Dios es uno solo y tres entidades al mismo tiempo, los antiguos mayas aplicaban el mismo principio para Itzamna, que en muchas ocasiones aparece llevando como título el color del rumbo con el que se vincula en un momento determinado (hemos de tener en cuenta que los antiguos mayas entendían que el mundo poseía una forma cuadrangular en cuyas esquinas habría una ceiba, su árbol sagrado, que serían las "columnas" que sustentarían el cielo y los astros que en él vagaban), así podemos encontrar un Itzamna:
  • Negro: vinculado al rumbo del Oeste
  • Blanco: vinculado al rumbo del Norte
  • Rojo: vinculado al rumbo del Este
  • Amarillo: vinculado al rumbo del Sur

Láminas 75 y 76 del Códice de Madrid

Que Itzamna sea al mismo tiempo una y cuatro deidades no es de extrañar, ya que la cuadruplicidad era algo muy importante en el pensamiento maya, el propio número cuatro tenía un gran significado simbólico que se reflejaba incluso a la hora de expresarse: cuando los mayas querían hablarnos de una cantidad superlativa (de lo que sea) nunca la expresaban con términos como "innumerable" o "infinito", sino con la expresión "muchas veces cuatro" o "muchas veces cuatrocientos".
La relación entre Itzamna y los cuatro rumbos la podemos encontrar muy bien representada en el Códice de Madrid, más concrétamente en las láminas 75 y 76, en las que podemos observar a Itzamna acompañado de una figura femenina en el centro de la escena, donde vemos que se unen esos cuatro rumbos (en las cuatro esquinas de las láminas). En este caso, algo muy interesante sería esa figura femenina que acompaña a la deidad no sólo en el Códice de Madrid sino que aparece en varias ocasiones. Una de las mejores interpretaciones de esta figura es la aportada por la doctora en estudios americanos Laura Elena Sotelo Santos, especialista en la religión y la iconografía aplicada a los códices, quien dirá al respecto:
"Las deidades de los tiempos de la creación generalmente actúan en parejas, pues en ellas se reúnen los atributos, femeninos y masculinos, que se integran en el dios creador. Así la deidad primordial maya es un ser andrógino (...) en quien coexisten simultáneamente los dos principios, pues se basta a sí mismo." [1]
El propio libro del Popol Vuh parece apoyar su teoría cuando refiriéndose a la creación del Padre Primordial y de la Madre Primordial (que hemos visto más arriba con el "Tablero de la cruz foliada" de Palenque) dice:

"(...) y estaban ocultos [el Padre Primordial y la Madre Primordial] bajo las plumas verdes, bajo las plumas azules, por eso se les llama Gucumatz (...)"
A modo de conclusión, para cerrar este apartado dedicado a una de las deidades más importantes del panteón maya, voy a tratar de mencionar los rasgos iconográficos característicos que representan Itzamna  en su aspecto antropomorfo para así poder localizarlo con facilidad:
  • Suele aparecer como un anciano, el más común es el ligero pronunciamiento del maxilar inferior tan característico de aquellas personas que no poseen una dentadura
  • Aparece con un gran tocado decorado con largas plumas de quetzal en su parte posterior, y en cuya parte frontal asoma un espejo que suele tener escrito el símbolo de la noche.
  • Porta un collar bastante llamativo con el conocido como "jeroglífico x" (elemento que también porta la deidad conocida como "Dios N" y cuyo significado aún se desconoce )

[1] SOTELO SANTOS, L.E.; "Los dioses: energías en el espacio y el tiempo" en: GARZA CAMINO, M. (de la), y NÁJERA CORONADO, M.I. (Coord.); Religión Maya; Editorial Trotta; Madrid; 2002; pág. 87
Referencias bibliográficas:
-BATALLA ROSADO, J.J., CRUZ GARCIA, A., y PEREZ GALAN, B.; América precolombina: el despertar de los testigos mudos; Edimat; Madrid; 2008
-GARZA (de la), M., BERNAL ROMERO, G. y CUEVAS GARCIA, M.; Palenque-Lakamha´ una presencia inmortal del pasado indígena; Fondo de Cultura Económica; México; 2012
-GARZA CAMINO, M. (de la), y NÁJERA CORONADO, M.I. (Coord.); Religión Maya; Editorial Trotta; Madrid; 2002
-HAMMOND, N.;La civilización maya; Istmo; Madrid; 1982
-SHARER, R. J.; La civilización maya; Fondo de Cultura Económica; México; 1998