Sobre la postura.
Los bebés tienen los movimientos muy limitados. Por eso debemos ser nosotros quienes tomemos la decisión y colocaremos al bebé cuando tenga que ponerse a dormir. Además debemos diferenciar entre los tipos de actividades que realiza el bebé. Por ejemplo, no debe estar colocado de la misma forma cuando el niño está jugando o cuando está durmiendo que cuando está comiendo por ejemplo.
Lo que se pensaba.
Hace no muchos años, existía una teoría que parecía lógica para colocar al niño cuando está durmiendo. Se trataba de ponerle sobre su barriguita. Esto tenía su sentido, ya que era para que el niño si vomitaba mientras estaba dormido no sufriera un ahogamiento con su
Actualmente.
Hace no muchos años, cuando empezaron a darse más casos de muerte súbita en los bebés. Se comenzó a estudiar y a plantearse diferentes posturas para colocar al bebé.
Así es que se probó colocando al bebé boca-arriba con la cabecita ladeada. Actualmente es la forma más segura y recomendada a todos los padres, mientras el bebé es lactante.
En seguida se pudieron ver los grandes resultados. Ya que enseguida descendieron los casos de muerte súbita en bebés a prácticamente a la mitad.
Consejos para acostar al bebé.
Debemos de tener en cuenta una serie de puntos aparte de la postura principal para dormir. Entre ellos destacar:
- No debemos utilizar almohadas.
- No debemos tener juguetes en la cuna.
- Nunca acostarle con un babero o cadenita o cualquier cosa con la que se le pueda apretar al cuello.
- No ponerle mucho abrigo, solamente el necesario. El bebé debe tener libertad dentro de la cuna para moverse.
- Si el bebé se cambia de postura, debemos cambiarle otra vez y ponerle en la postura correcta.
- Cuando al niño le cuesta respirar, podemos levantar el colchón, en la parte de la cabeza un poquito para ayudarle a respirar.
- El colchón de la cuna debe de ser firme y duro.