La falta de tiempo, otras responsabilidades... Esto ha provocado que 'shdL' ponga un punto y... seguido, a parte, final... solo el tiempo dirá.
Muchas gracias por todas las visitas y comentarios. Para finalizar, nada mejor que un gran texto resumen sobre un hecho histórico que hemos podido vivir.
Antonio Lucas "Lobo".
El F.C. Barcelona es finalista de la Champions, volverá a Wembley como el hombre que vuelve al lugar donde fue feliz por primera vez.
El Barca es el vencedor, el triunfador de la única guerra de las galaxias no dirigida por George Lucas. Ganó porque es mejor que el Real Madrid, porque ha sido mejor que el Real Madrid.
Sí, lo sé, madridistas, lo sé: En los dos partidos de Champions existen dos decisiones arbitrales que nos perjudican enorme e injustamente, la expulsión de Pepe y el gol anulado a Higuaín. Fútbol es fútbol, no se debería añadir nada más a esto.
Puestos a denunciar, yo denunciaría el pisotón de Marcelo a Pedro, la actitud de Pinto, el teatro de Alves, Busquet, Pedro y Mascherano, y las ganas de atropellar y soltar bofetadas del avatar Adebayor. Son un ejemplo de las cosas que han hecho que quede ese tufillo a rancio tras los clásicos.
Ha sido una guerra cruenta, como todas las guerras, lo curioso es que creo sinceramente que en el camino, en cada batalla entre el blanco y el blaugrana, todos hemos perdido algo que nunca se debería haber vulnerado, ni siquiera con la puntita.
El primer asalto fue casi de mentira. El segundo, con la Copa en juego, un partidazo de época, una batalla futbolística manchada por ciertos aspectos antideportivos, pero espléndida en brío, calidad y suspense. Se la pudo llevar cualquiera, pero se la llevó el Madrid. El tercer duelo a muerte, el puto amo y Pep mediante, resultó canalla en exceso y teatral hasta lo ofensivo. No me gustó lo que pudimos ver en el Santiago Bernabéu, nada. En esa porfía de cuchillos largos y esquiroles apareció Messi, sentenció la eliminatoria sin preguntarle a nadie, por su cuenta, porque podía. Eso sí, contra diez.
Tras este encuentro, corrieron los ríos de sangre y tinta que nunca hubiese querido ver. Mourinho perdió el norte y el Madrid el señorío que siempre le caracterizó (y algo más). En esas llegó el último partido, la última batalla de colosos, y ya lo vieron… ni unos fueron tan buenos ni los otros tan malos. El partido fue bueno, el Barça brilló a ratos y el Madrid demostró que sus dientes también pueden ser los más afilados, incluso contra el gran Barca de Pep. Casillas salvó a los merengues en la primera mitad, en la segunda, cuando peor lo pasaba el Barca y tras anular un gol a Higuaín, los blaugranas marcaron un golazo.
La eliminatoria se inclinaba aún más para ese país chiquitito del norte. A los diez minutos empató el Madrid. Pero ahí acabó todo, el equipo blanco no pudo más, demasiado cansancio y demasiada distancia en la eliminatoria, más aún cuando el rival era el que era.
La cuestión, señores, es la siguiente, ¿nadie que sea acérrimo seguidor del Madrid o del Barca puede ser mínimamente objetivo respecto a todo lo acontecido? La verdad, me ha sorprendido comprobar la cantidad de cínicos que hay opinando sobre el tema, y lo peor es que los más enfermos ocupan cargos importantes en la prensa deportiva.
Como madridista, de corazón más blanco que el del propio Don Alfredo, les contaré una cosa, aquí, en la intimidad… Siento vergüenza, mucha vergüenza ajena. He sido pro Mourinho desde que vino, he defendido su estilo y su inteligencia, incluso su prepotencia desmedida, pero lo de la semana pasada fue lamentable. Nadie está por encima del club, nadie, y esto lo han puesto en duda. Un club como el Real Madrid no puede dar la imagen que ha dado, no debe hablar de árbitros cuando pierde, y menos de robos, un noble y bélico adalid no llora, acepta lo que sea, no llora, al menos no de ese modo tan poco elegante como el que ha usado. Los caballeros no hacen eso, dan la mano, felicitan al ganador y se tragan todo lo demás, hasta las verdades si hace falta. ¿Acaso Mou no conoce la letra del himno? “Cuando pierden dan la mano” reza el texto. No me cuenten nada de indignación, impotencia o caras de tonto. Me indigné con la expulsión de Pepe y con el gol anulado al Pipita tanto como el que más, los que me conocen lo saben, y la cara de gilipollas no se me irá hasta después de agosto, probablemente.
Aún así, el señorío debe prevalecer, el honor también es eso. Y el Madrid debería derrochar honor, no pisotearlo. Dar pataletas no sirve de nada. Y eso hizo José Mourinho, arrastrando a toda la casa blanca, Cristiano el primero y Karanka el último. Florentino continúa en paradero desconocido. Las declaraciones tras el partido de ida de semifinales de The Special One fueron tan lamentables como vergonzosas. Ni siquiera en el caso de que fuera cierto lo que denuncia, que no lo es, debería decirlo en público. La prensa está para algo y el pueblo es soberano. ¿Y su gesto con la mano refiriéndose al hurto en el Camp Nou? ¡Si Don Santiago Bernabéu levantara la cabeza!
Señor Mourinho, todos vimos ayer lo que pasó, fue un mal arbitraje, casero, eso no se puede negar, por tanto, la indignación es comprensible, obligatoria diría yo, pero el entrenador del club de fútbol por excelencia no puede comportarse como el resto de mortales. Debe tragar. Esa es mi opinión. Casillas habló bien, se quejó guardando las formas, dentro de lo que cabe estando tan caliente, pero su equivocación llegó, ante mi sorpresa, a la hora de expresar que él no felicita a quien gana de esta manera como hizo el Barca. Error. Usted felicite y punto, ya se encargará la prensa de soltar leña. Jugadores ejemplares en todos los aspectos como Xavi, Iniesta y Puyol no merecían estas palabras.
Al decir Mou que la Champions de Guardiola está manchada situó al Madrid a la altura del betún. Ahora el Madrid es el Barça de hace quince años… un llorón, ese es el mérito de Guardiola. Cuando escuché las palabras de Mou pensé en lo que se decía sobre las copas en blanco y negro, sobre el equipo de Franco, etc. Era la impotencia del perdedor, el mal perdedor, que estaba incrustada en el corazón de Cataluña, ahora esa impotencia se ha instalado en Madrid. Enhorabuena Barca.
Pero vamos a ver, pues claro que al Barcelona le han favorecido claramente los árbitros en los últimos años en Europa, eso es un hecho impepinable, lectores culés. A mi me jode increíblemente. Además de ser buenísimos encima tienen suerte con las decisiones arbitrales, sí, pero ¿qué le vamos a hacer? Sólo queda comer ajos… Y he dicho bien cuando he dicho suerte, pues creo que no existe complot alguno tras esos errores que favorecieron en su momento al Barcelona, simplemente suerte, el colegiado de turno decidió para un lado, nada más. Por ejemplo, la entrada de Pepe es de amarilla, amarilla de libro, sí, la expulsión condicionó el partido, sí, y vería bien que los técnicos del Madrid se expresasen al respecto, pero de ahí a afirmar que el Barcelona gana en los despachos hay un trecho, un trecho que nunca se debió recorrer.
Por otro lado, me parece normal que a algunos les escamara la no designación de Proença y la designación de De Bleeckere, pero si lo piensan fue una consecuencia lógica del comportamiento de Mourinho. Él debería saber ya que la UEFA y el señor Platini tienen atravesado al Madrid desde hace años. ¿Acaso conocen a algún jugador multado por la UEFA por meter un gol con la mano que no sea Raúl? ¡Hay que joderse, Raúl, el enemigo por antonomasia del fair play! ¿Antes de multar al Madrid por provocar tarjetas amarillas se había multado a cualquier otro club en Europa por tal motivo? No señor. No tengo más preguntas señoría…
Pues bien, Mou ha significado un acicate a esta animadversión del máximo estamento futbolístico europeo, sus provocaciones y su tono hostil y desafiante no benefician las relaciones entre su club y la UEFA. A Guardiola (a quien, por cierto, la colonia que orina empezó a no oler tan bien tras la derrota en Copa, menos mal, ¡Es humano!) le cambiaron el colegiado simplemente porque supo sugerirlo con elegancia y porque al tiempo fastidiaban a la casa blanca, porque yo no creo en esa mafia europea barcelonista que pregonan los radicales blancos, me pareció más bien una cuestión de “Mou, ¿no quieres caldo? pues toma dos tazas”. Nada más.
El arbitraje perjudicó al Madrid, eso es un hecho. Pero también lo es que la respuesta blanca a este mal arbitraje ante los micrófonos ha sido pésima. El fútbol, hasta que no instale la tecnología, seguirá así.
Si realmente el Madrid cree en esa teoría de la corrupción en la UEFA en pro del Barca y la defiende, debería entonces ser consecuente y renunciar pues a jugar competición europea alguna, ya que si cree que todo es un tongazo sería de estúpidos participar en el paripé.
Algunos jugadores perdieron los papeles, otros incluso lo hicieron francamente mal, y es que se jugaban mucho, eran hombres que defendían su honor, pero la mayoría, simplemente, sólo siguen siendo hombres buenos. Los que han ganado no son héroes, los que han perdido no son escoria. Los que han ganado no son unos miserables ladrones, los que han perdido no son unos paladines ultrajados.
Como dice Alfredo Relaño, no ha sido una historia de buenos y malos, una frase que debería hacernos reflexionar a todos.
Enhorabuena a los barcelonista.