Muchos me van a odiar, y aunque detesto generalizar, a veces no queda de otra. La experiencia es el vinculo con el conocimiento, aprendemos mejor de lo que nos pasa, que de lo que nos cuentan, incluso cuando leemos, porque lo que lees de algún modo “te pasa” mientras tienes el libro entre las manos.
No me gusta generalizar, repito, pero en Venezuela la mayoría de los representantes del género masculino “atacan” (porque esa es la palabra) a toda mujer (quizás más a las bonitas) que vean sola. Disfrazada de amabilidad, de cordialidad, de buena nota, intentan atropellar tus derechos a mantener tu espacio físico libre de manos y avances.
Siempre que me pasa me pregunto: ¿Quién le dio derecho a este tipo de intentar tomarme la mano, agarrarme el culo (perdón por el francés), decirme palabras grotescas sobre el movimiento de mis senos al caminar, o lo bonito de mis ojos? ¿Quién le dijo a este tipo eres bienvenido: talk to me? Considero que la conducta masculina en su mayoría con respecto a las personas del sexo opuesto es, por decir lo menos abusiva, irrespetuosa, prepotente. Claro que, todo disfrazado de lisonja, de dádiva, de caballerosidad, de piropos.
Ejemplo 1. Entrar en un ascensor con un desconocido, puede convertirse en una escena de “Tiempo Final” (Mundo Fox), imagínenselo: vas al piso nueve, el tipo al doce, marcas el número, los ojos del tipo te desnudan, te miran fijo e incluso –los mas descarados- te sacan la lengua: “¿Por qué te tapas los ojos con esa pollina?, tus ojos son hermosos no los ocultes”, dice el sujeto con cara y ojos de violador en potencia, y tu mirando a los lados sin saber si contestar y esperando llegar a tu destino rápido. Silencio, mas miradas, “Oye ¿tu trabajas aquí? …” Y comienza el monologo donde el victimario se va enardeciendo si no le contestas lo que quiere escuchar, o si simplemente no les contestas.
¿Por qué me hablas si no me conoces? ¿Acaso no es una agresión personal (yo si me lo tomo personal) instarme a que te responda tonterías en una conversación que para mi no tiene ningún tipo de importancia ni sentido? ¿Por qué eres tan atrevido que si no te contesto –porque obvio- no te conozco, me sales con un “antipática”, sin olvidar el clásico: “Estas brava”?Sucede en el metro, sucede en la calle, sucede con los vigilantes de las urbanizaciones: los tipos te hablan como si fueras la mujer de ellos, la prima, la tía cachonda, con una confianza que NADIE les ha dado, con superioridad.
Ejemplo 2. Un compañero de trabajo te ofrece la cola, estas cansada, es sábado, estas desesperada por llegar, aceptas creyendo que te montaras en un carro con una persona normal, pero no, para nada. El tipo conversa e intenta agarrarte la mano, el tipo conversa y te dice inconveniencias sexuales, el tipo apaga el carro se estaciona y cuando vas a bajarte intenta “darte un abrazo” ¿Qué te pasa man? ¿Quién te dio permiso?
Bajo el temor de parecer exagerada, me atrevo a decir que la mayoría de estos hombres -los que actúan así, que no se ofendan los que no tienen este comportamiento- (seré categórica e histérica) son o violadores en potencia o imbéciles en total capacidad, lerdos que necesitan llamar la atención, pobres diablos sin sexo en su casa, abusadores poco sexys, feos desconsolados.
Yo no le agarro el culo (perdón por el francés de nuevo) a ningún hombre que considere atractivo, no le tomo la mano, no lo desnudo con la mirada, no le hablo mirándolo a los ojos, no le doy mis opiniones sobre su forma de vestir o sobre como lo voy a desvestir. Y mucho menos (mucho menos!!!) si no los conozco. Creo que ninguna mujer lo hace (quizás porque no es parte de la cultura femenina, las mujeres son sumisas, etc... ya saben... ), quizás porque es una falta de respeto. Parece que hay que escribirlo en mayúsculas: ES UNA FALTA DE RESPETO. Respeto ¿les suena esa palabra?