Recientemente vi un meme espectacular que me llamó poderosamente la atención. Lo replico aquí con el crédito correspondiente y su traducción.
"¡Por favor, ustedes dos, dejen de pelear!"
"Lo sentimos señor tortuga""¡¿Tortuga?! ¡Soy una galápago malditos idiotas!"
Caricatura obra de MrLovenstein.
En esta situación ficticia, los animales pelean por razones bastante tontas para aquellos que no pertenecemos a sus grupos biológicos: su identidad nomenclatural. Y es que, al estar hablando en términos comunes, se arma el lío, siempre. En este caso ocurre algo interesante que tiene algo de replicabilidad al pasar de inglés a español. Por ejemplo:
AlígatorPalabra usada para describir generalmente a la especie Alligator mississippiensis. Generalmente también se usa para la especie Alligator sinensis. En otras situaciones puede ser empleada para designar a cualquier miembro del género Alligator. Y en ocasiones más raras, se emplea para toda la familia de estos reptiles (Alligatoridae), aunque en este caso se prefiere la castellanización de dicho rango taxonómico (aligatóridos).
CocodriloPalabra usada para designar a los miembros del género Crocodylus. En otras ocasiones se usa para toda la familia (Crocodylidae), aunque también se prefiere usar la castellanización del rango (cocodrílidos). De forma problemática, se usa para cualquier miembro del orden Crocodilia y aún más, para cualquier arcosauriforme remotamente similar. Una discusión más completa del uso de esta palabra se puede encontrar en esta entrada: "Pobres cocodrilos".
Los problemas del uso indiscriminado de la palabra cocodrilo se ven reflejados en la viñeta que inspiró este tema. ¿Qué se debería hacer? La recomendación es tratar de castellanizar los nombres de los grupos, tal y como se sugiere en la entrada de "pobres cocodrilos". ¿Es esto una ley? No, para nada, es sólo una sugerencia. Y otra sugerencia de uso es que cuando usemos la palabra en un sentido amplio (para designar a cualquier crocodiliforme ¡o peor! cualquier arcosauriforme con forma de cocodrilo), tratemos de especificar a qué nos referimos. Esto evitará que una tortuga entre a separarnos... El asunto no termina aquí, veamos.
Es casi un paradigma inquebrantable en el saber popular que existen ranas y sapos y que la línea que los divide es tan amplia que seguramente se extiende hasta la biología. Pues les tengo malas noticias, no es así. Ranas y sapos son nombres comunes dados a una multitud de anfibios anuros (sin colas) que no guardan relación con su ubicación filogenética dentro del árbol de estos animales.
Rana
Es un nombre común dado a cualquier anuro que presente una piel más o menos lisa y libre de verrugas. Aunque en la práctica, hay algunos grupos de ranas con pieles arrugadas.
Sapo
El término sapo se usa para varias familias de anuros, generalmente de pieles arrugadas y de hábitos terrestres. Algunos biólogos arguyen que los únicos sapos verdaderos son los miembros de la familia Bufonidae, aunque en realidad "sapo" es un término tan laxo como "rana". Hay una familia de anuros (Alytidae) que entre sus filas posee presuntos sapos y ranas. Esta familia ejemplifica cómo esos términos son subjetivos y no refieren a nada en particular.
En el siguiente gráfico se ejemplifica mejor cómo ni "sapo", ni "rana" son términos que designen algún grupo natural concreto.
En síntesis, rana y sapo son palabras que no expresan grupos taxonómicos válidos (naturales, es decir, descendientes del mismo [y único] ancestro común inmediato), por lo que son palabras "inútiles" si uno quiere referirse a un grupo biológico particular. Por pura probabilidad, uno casi siempre podrá "atinar" a las ranas (pues casi todas las familias de anuros son reconocidas como tales) y a los sapos comunes de las ciudades (pues casi todos ellos serán bufónidos)... Pero ¡no vaya usted a sitios remotos a hablar de ranas y sapos que se nos viene encima el telón!
Finalmente, el meme que inspiró esta entrada hace mención a una tortuga (o galápago) ofendida porque la confundieron con una tortuga. Esto quizá no tenga sentido en español, porque usamos la palabra tortuga para cualquier miembro del grupo biológico llamado Testudines. Pero en inglés la cosa es distinta. Las tortugas terrestres son llamadas "tortoise" y aquellas con adaptaciones acuáticas son llamadas "turtle", generalmente sólo las marinas, pues las tortugas acuáticas de agua dulce son llamadas "terrapin".
En español carecemos de este problema, pero algunos han decidido que nos lo creemos y copiando a los amigos angloparlantes, algunos dicen que "galápago" es un término que aplica a algunas tortugas acuáticas de forma similar a las "terrapin". Básicamente en este gremio se incluyen a los miembros de las familias Emydidae y Geoemydidae.
Curiosamente el término "galápago" no aplica a las tortugas de las famosas islas Galápagos (a pesar de que algunos les llamen así). En realidad las islas recibieron el nombre de una silla de montar famosa en la época, la silla galápago que a su vez tomaba el nombre de las tortugas galápagos mencionadas anteriormente. Y esto porque el caparazón de algunas tortugas en las islas Galápagos tenían la forma de una silla de montar. ¡Que locura!
En resumidas cuentas, el cartón es gracioso si se habla inglés (o se sabe). En español tiene algo de gracia, pero no es lo mismo. Los nombres comunes son bastante falibles y por ende, son difíciles de incorporar a la ciencia. Es por ello y mucho más, que los nombres científicos son preferibles. Y si va uno a castellanizarlos, hay que procurar que sea una castellanización similar al nombre de los clados. Así tendremos nombres comunes un pelín más duraderos.
Hasta la próxima.
Fuente del clado de los anuros:
Bossuyt, F., & Roelants, K. (2009). Frogs and toads (Anura). The Timetree of Life. Oxford University Press, New York, 357-364.