¿Cuáles son sus propiedades?
El kuzu, por su concentración en flavonoides (sobre todo genisteína y daidzeína), regula el funcionamiento intestinal, facilita las digestiones, trata tanto la diarrea como el estreñimiento, reequilibra la flora intestinal y alivia los espasmos. La daidzeína actúa como un potente antiinflamatorio y antimicrobiano, y mejora la circulación sanguínea. De este modo, también actúa como relajante muscular.Su uso es muy efectivo en caso de bronquitis y estados gripales, ya que, además, reduce la fiebre por su acción sudorífica. Tiene la capacidad de alcalinizar el organismo, por tanto, alivia la fatiga y aumenta el nivel de energía. Se ha constatado también su efecto sobre algunos neurotransimores, y se emplea para tratar la migraña y algunos tipos de cefaleas.Por su elevado contenido en fibra, favorece la menor absorción intestinal de glucosa y grasas. De ahí que constituya un gran aliado para el control del colesterol y de la obesidad.Tradicionalmente se ha empleado para tratar las resacas y las adicciones al alcohol y al tabaco.
Cómo tomarlo
Para potenciar sus extraordinarias propiedades junto con las de otros alimentos medicamento, la forma más recomendable de tomarlo es en infusión. Necesitaremos kuzu, té kukicha y pasta de umeboshi (sobre estos dos últimos escribiré un post en breve).Preparación: Disolvemos una cucharadita de kuzu en una taza de agua fría. Una vez disuelto, lo vertemos en un cazo y le añadimos una cucharada pequeña de té kukicha. Lo ponemos al fuego y removemos hasta que hierva. Veremos, a medida que se acerque al punto de hervor, que cada vez se vuelve más transparente. Cuando rompa a hervir, apagamos el fuego y lo dejamos reposar durante 3 o 4 minutos. Colamos el contenido y le añadimos una cucharadita tamaño café de pasta de umeboshi. Esta preparación permite variantes: puede elaborarse solo con kuzu y umeboshi, o añadir unas gotas de tamari en vez de pasta de umeboshi, así como emplear otras plantas medicinales en vez del té kukicha.¡Os animo a probarlo cuando lo necesitéis!