Una sesión divertida antes del gran miércoles
A principios de la pasada semana las previsiones eran prometedoras. Para el martes 17, las tablas marcaban olas de 2.3 metros, mar de viento y mal tiempo. La realidad fue muy diferente. El martes las olas eran pequeñas al comienzo de la mañana, el viento no era fuerte y salió el sol.
Por lo general, la noche antes a la llegada del oleaje, sé que no me va a ser fácil dormir pensando en el día siguiente. La espera entre sesión y sesión me produce cierta ansiedad. Son ya muchos días sin olas y las hecho en falta. Necesito de ellas y me cuesta conciliar el sueño.
Lo malo del mar mediterráneo es la espera entre oleaje y oleaje porque nunca sabes cuando van a venir las olas y a medida que pasa mas tiempo de espera la ansiedad aumenta considerablemente. Es como si tuvieras una novia que vive lejos y te visita de vez en cuando. Cuando viene a verte eres feliz pero sabes que cuando se vaya te pondrás triste y solo te queda esperar a la próxima visita.
La mañana del martes 17 de enero era agradable. Según las previsiones meteorológicas ibamos a tener mal tiempo en general con cielos cubiertos y lluvia cosa que sucedió pero que poco duró. El sol salió y las nubes se esfumaron a medida que avanzaba la mañana.
El oleaje estaba entre 1 a 3 pies, el viento era suave, el sol brillaba y el clima en general era sumamente agradable así que a pesar de que las olas no eran las esperadas la diversión estaba asegurada. Es raro tener este clima en esta época del año. El agua no estaba tan fría como lo suele estar por estas fechas y había momento en el que el sol picaba.
Después de hacer el recorrido de rigor por todos los spots de la ciudad decidimos meternos en cierto beachbreak ya que en los demás lugares las condiciones de oleaje no eran buenas. Era temprano y aunque teníamos todo el día por delante las ganas de meternos al agua eran fuertes y había que aprovechar al máximo la jornada.
En el agua mucha gente nueva. Cada vez que hay olas veo gente que no había visto en mi vida. Lo malo es que los que están empezando llegan a veces a ser un poco molestos ya que la falta de experiencia les hace cometer mucho errores y aun tienen mucho que aprender. Muchos necesitan un buen curso de surf para que así aprendan a comportarse en el lineup.
En general, el día fue bueno y se notaba que el oleaje iba en aumento a medida que avanzaba el día. Las previsiones para el día siguiente era buenas ya que se esperaba mar de fondo todo el día y anque bajaba considerablemente el tamaño de las olas, las condiciones eran prometedoras.
Debido a que las previsiones habían fallado estrepitosamente en cuanto al tamaño de las olas y el clima en general, las esperanzas de tener un buen día de olas al día siguiente eran escasas pero todo iba a cambiar ya que la madre naturaleza nos tenía preparada una gran sorpresa.
Al día siguiente, sesión épica en todos los spots, pero eso ya será otra historia …