Alimentación complementaria a demanda, por Carlos González

Por Belen
Y cinco años después de que mi matrona me “presentara” a Carlos González y descubriera su libro “Un regalo para toda la vida”, pude asistir a una charla suya y conocerle en persona. Para mi ha sido un auténtico placer, y os aseguro que la próxima vez que vuelva a Madrid, intentaré ir a verle y escucharle de nuevo.
La Asociación Besos y Brazos ha sido la encargada de organizar este ciclo de conferencias, y la verdad es que no puedo poner peros a la organización. Éramos más de 200 personas en el salón de actos del Hospital de Fuenlabrada y todo se realizó de una manera muy fluida y sencilla.
Tuve además la oportunidad de acercarme a él para que me firmara uno de sus libros. Qué simpático es este hombre y que amable, muy atento con todos los que allí estábamos, muy cercano y sobre todo muy paciente.

La charla del sábado, como sabéis, trataba de la alimentación complementaria a demanda, también conocida (en inglés) como Baby led weaning. Trató aspectos muy interesantes que me gustaría desmenuzar detalladamente, así que aunque resumido, seguramente necesitaré varios post.
Como punto interesante para comenzar destacaba que la alimentación de nuestros hijos es uno de lo mayores conflictos familiares, puede llegar a convertirse casi en asunto de estado. Y lo peor es que algo tan natural como comer, o introducir alimentos a los bebés está absolutamente medicalizado, como si de una enfermedad se tratase. Nos guiamos por tablas rígidas, calorías, peso de ingredientes. Parece que poco a poco nos vamos poniendo de acuerdo en temas como los percentiles, sabemos que no son muy fiables y que debemos atender a la evolución individual del niño. Pero con la comida, tendemos a guiarnos por esas rígidas listas que nos dan los pediatras. Listas sin fundamento científico por otro lado, en cuanto a peso en gramos, y orden para dárselos.
Todos estamos de acuerdo en que hasta los 6 meses, se debe intentar alimentar a nuestros hijos con lactancia materna a demanda en exclusiva. Y si surgen dificultades o bien por elección de la madre, lactancia artificial. Pero, ¿qué ocurre a partir de los 6 meses de vida de los niños?. Pues según palabras de Carlos González, los bebés se deben volver tontos, porque hasta ese momento sabían lo que comer, cuándo pedirlo, y luego ya no. Es curioso que en un país donde los índices de obesidad infantil están subiendo como la espuma, las consultas de los pediatras se llenen de madres y/o padres asustados porque sus hijos no comen. Puede resultar exagerado, pero es la realidad.
El Doctor nos empezó a hablar de la cantidad de calorías que un bebé necesita entre los 6 y 12 meses de edad. Es curioso la multitud de revisiones que se ha hecho sobre este tema, la disparidad de datos existentes. Y como conclusión se puede decir que se ha estado recomendando dar un aporte calórico muy superior al que necesitan los niños.
Nos habló de un estudio muy serio y bien documentado de la Doctora Butte acerca de las necesidades calóricas de los niños. Además los datos están separados para niños y niñas, y también para aquellos niños que toman pecho y que toman biberón. Estas diferencias son muy importantes y por norma general no se toman en cuenta.
Para ilustrar el baile de cifras, en lo que a calorías necesarias se refiere, os muestro el cuadro que nos presentó donde podemos observar cuánto han cambiado las recomendaciones del año 1985 al año 2000. Y como siempre debemos tomarlo como cifras orientativas, ya que habrá niños que necesiten mayor aporte y otros que necesiten mucho menos.

Lo que nos debe preocupar a los padres acerca de los nutrientes que debemos incorporar a la dieta de nuestros hijos, una vez cumplan los 6 meses, es asegurarnos de que toman hierro. Los niños nacen con una reserva importante de hierro que durará varios meses. De ahí la importancia de pinzar tardíamente el cordón umbilical tras el nacimiento (con apenas 3 minutos es más que suficiente). Ni la leche materna, ni la de vaca son ricas en hierro. Incluso si una madre lactante toma hierro, su leche no será más rica en este nutriente. Puesto que las reservas de hierro se acaban entre los 6 y 12 meses, a partir de estas edades hay que ir incluyendo alimentos que sí lo tengan. Los alimentos que lo proporcionan son las carnes, pero curiosamente a los niños se les da demasiada verdura y fruta.
Hasta aquí la primera parte de la conferencia, o mejor dicho del resumen. Mañana os contaré cómo se topó con la idea del Baby led weaning, su opinión al respecto, su opinión acerca de los biberones pasado el año de vida y mis opiniones y conclusiones.