Alimentación complementaria- primera semana

Por Padresenpanales @Padresenpanales

Ya llevamos una semana con las papillas de frutas. Los dos primeros días no se lo esperaba y aún parecía que comía. También fueron después de las vacunas, y yo creo que estaba rarilla. Estuvo muy mimoseta y poco hambrienta.

El biberón de leche materna de la mañana, sigue yendo bien. Probé un día cereales en la leche congelada…y nada. No le interesa sino es leche fresca. Vaya paladar tiene la tía…

Las frutas en cambio vamos mejor cada día. Hubo un día que me fue muy mal, y pensamos (esto que hacemos demasiado los padres queriendo entender que pasa por su cabeza), que igual era porque se lo daba yo, y a mi me veía como alimento en sí, y pasaba de la papilla. Así que fue papi al ataque… y fue de maravilla. (¿Suerte del principiante?)

Al día siguiente me tocó de nuevo a mí…y maravilloso!! Y cuando te esperas eso de “no hay dos sin tres”, la tercera fatal. La diferencia fue que estábamos en casa de los abuelos, sin su trona, su cocina, su entorno conocido… y comió un poco pero no estaba nada por la labor: enseguida se quejaba, quería bracitos, hacía pedorretas… Así que no insistí mucho y pensé que habíamos ido para atrás.

Pero hoy¡un día perfecto! Por un lado me ha llegado el paquete del regalo del juego del amigo invisible que he hecho con otras mamis (aún no lo puedo abrir porque no nos ha llegado a todas, el regalo es para los bebés no para nosotras, y la persona que me ha regalado me ha hecho mucha ilusión), y por otro…se ha tomado toda la papilla. Ella veía venir la cuchara, y no me atizaba en el brazo para retirármela como pasaba otros días. Cuando llegaba la cuchara a sus labios la chupaba hasta que la vaciaba, e incluso cogía con la mano la cuchara para ser ella misma quien se diera de comer. Como siempre se ha puesto de papilla hasta las cejas, ella, la trona y alrededores. Pero muy agusto, porque si hubiera quedado más yo creo que hubiera seguido comiendo.

Sobre todo sigo sin forzarla ni obligarla, a demanda. Es decir, cuando veo que me aparta el brazo, me espero; cuando me hace pedorretas o aprieta el morro, no le pego la cuchara a la boca; si veo que rechaza varias veces, no insisto más.

Y aparte de la papilla, cuando llega la hora de comer de los papis ella se sienta a la mesa con nosotros, en su trona, pero junto a nosotros, para vernos y que se acostumbre a ese momento familiar (como indica el Baby led weaning). Hoy teníamos para comer puré de calabacín (que no sólo los bebés comen purés), y le he dado a probar a ver que hacía. Y como con la fruta, chupa la cuchara hasta que no queda nada.

A la hora del postre tomamos fruta normalmente en el salón. Pues hoy se lanzaba como una loca a por los gajos de mandarina. Con más habilidad que otros días los cogía y para la boca. Y como cogiera yo otro trozo, me miraba y estiraba la mano para que se lo diera. Así ha comido un poco de mandarina.

Resumiendo, ¡la cosa pinta bien!

¿Alguna habéis probado las cucharas esas que se llenan de papilla?

Que tengáis un buen día!