¿Por qué está de moda ahora este tipo de alimentación que surgió hace ya casi tres décadas? La respuesta, como en otras muchas cuestiones que están surgiendo en nuestros días, la encontramos en las redes sociales. En Instagram ha surgido un grupo de influencers que defienden la alimentación intuitiva como una ayuda para disminuir la obsesión por la pérdida de peso, la delgadez, las dietas, la sensación de culpa por no seguir a rajatabla la dieta, etc.
Esto que a priori suena bastante sensato, más teniendo en cuenta la presión social y digital que existe sobre el cuerpo, sobre todo el de las mujeres, deberíamos cogerlo aún así con pinzas. La mayoría de las influencers no son expertas en medicina y tampoco de unos cuantos casos concretos se debe generalizar. Es decir, lo que a una influencer le funciona no tiene por qué funcionarnos a l@s demás, mucho menos si padecemos un trastorno de la alimentación o cualquier otro problema asociado con ella. Algo que resulta obvio, pero nunca está de más recordarlo.
Hoy hemos hablado con la Dra. María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca para que nos ayude a "poner cabeza" a la hora de entender mejor esta tendencia.
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Es una corriente alimenticia que surge en EE.UU. en 1995 como oposición a las dietas restrictivas que acaban fomentando el fenómeno de rebote. La alimentación intuitiva por el contrario, tiene un enfoque saludable, no de adelgazamiento. En consecuencia recomienda olvidarse de las dietas, disfrutar de cualquier comida, no pensar en qué es bueno o malo, eliminar la sensación de culpa y centrarse en las señales del cuerpo hambre-saciedad.
¿Cuáles son sus principios?
1. Evitar las dietas restrictivas para disminuir peso rápidamente.
2. Confiar en el cuerpo, porque el cuerpo de manera fisiológica sabe cuándo comer, cuánto comer y qué comer.
3. Escuchar la sensación de saciedad. El cuerpo sabe cuándo parar de comer.
4. Darnos permiso para comer de todo -incluido lo ‘malo’ aunque obviamente de vez en cuando- para así establecer una relación más positiva con la alimentación y no generarnos ansiedad y frustración.
5. Eliminar la sensación de culpa al comer alimentos ‘insanos’ porque esa culpa no nos vale para nada y no nos va a ayudar a mejorar nuestra salud.
6. Disfrutar de la comida. Si dedicamos tiempo a saborear lo que comemos vamos a saciarnos antes y tendremos más control sobre ella, evitando comer ‘a lo loco’.
8. No usar la comida para paliar las emociones negativas como la ansiedad, la depresión, el aburrimiento, etc.
9. Valorar el cuerpo y sentirse a gusto con él.
10. Priorizar la comida sana y la salud, física y mental.
11. Realizar actividad física, no centrarse tanto en las calorías quemadas como en la sensación de bienestar.
Pros y contras de la alimentación intuitiva
"Hay estudios serios que relacionan la alimentación intuitiva con disminución de los trastornos compulsivos de la alimentación, con mejor índice de masa corporal y con mantenimiento del peso a largo plazo. También con más salud emocional. En contra, hay estudios que dicen que no está demostrado que disminuya el peso. Por otra parte, la teoría es muy fácil pero la práctica es muy difícil. Por ejemplo, en la obesidad normalmente hay años de malcomer y esto no se puede arreglar de repente con la alimentación intuitiva" explica la doctora Crispín.
Además añade que "el azúcar y los ultraprocesados son alimentos que van al centro del placer, no al del hambre y la saciedad, enganchan, por lo que no es tan fácil librarse de ellos con la alimentación intuitiva. Otro aspecto en contra es la falta de tiempo, que nos lleva muchas veces a comer mal y comida no precisamente saludable. También es difícil porque manejar el hambre emocional cuesta, sobre todo cuando tenemos comidas tan baratas y ricas al alcance de nuestra mano. Asimismo la vida social tampoco facilita que se coma saludable y se escuche al cuerpo".
¿Es un tipo de alimentación válida para todo el mundo?
"En teoría sí. Pero en la práctica puede que no sea suficiente. Por ejemplo, en los trastornos compulsivos de la alimentación, en la obesidad, en las patologías psicológicas, pueden requerir ayuda profesional tanto de dietistas como de psicólogos para poder conseguir mejoras, incluso a veces puede requerir de ayuda farmacológica" aclara la doctora.
¿En qué se diferencia de la alimentación consciente?
Las dos corrientes comparten ciertos principios (evitar dietas restrictivas, comer por hambre y parar por saciedad, disfrutar de la comida y no comer por hambre emocional) pero la alimentación consciente se centra en estar pendiente de las sensaciones al comer, comer más despacio, sin distracciones externas, estar más pendiente del sabor de la comida, la textura, el olor, la presentación...
¿Se puede controlar el "hambre emocional"?
"Cuando alguien tiene realmente "hambre emocional" el manejo de esto es muy complicado. Hay que ser ser realistas y no pensar que hay una solución fácil en las redes sociales. Lo mejor es buscar ayuda profesional, de un@ dietista o psicólog@, o de amb@s" aconseja María José Crispín.
Foto de portada: Yoav Aziz en Unsplash
Espero que esta entrada sobre la alimentación intuitiva te haya servido para aclarar dudas. ¡Gracias por pasarte por el blog!