1- Comprar alimentos poco saludables como parte de tu compra habitual. Si quieres comer de manera sana, es mejor que no tengas alimentos poco saludables en casa. Una cosa está clara, los alimentos poco saludables no tienen cabida en una alimentación sana, deben ser la excepción y no la norma, así que no tiene ningún sentido tenerlos fácilmente a tu alcance.
Así que te recomiendo que elimines de tu lista de la compra todos aquellos alimentos procesados con un elevado contenido en grasas, grasas trans, azúcar y/o sal.: refrescos, patatas fritas y similares, bollería, galletas, pasteles, caramelos, cereales de desayuno, zumos, embutidos, carnes procesadas, salsas…
2- Ponerte excusas para comer mal. Hoy ha sido un día muy duro, estoy nervios@, por un poco no pasa nada, el lunes empiezo de verdad, me merezco un premio, estoy muy cansad@, no tengo tiempo para cocinar… ¿Te suena? ¿Utilizas alguna de estas excusas? Deja de hacerlo, toma consciencia de que se trata de una excusa y ten preparada tu propia argumentación para contrarestarla.
3- No tener claro porqué es importante para ti comer bien. Muchas veces lo que puede pasar es que no has profundizado en porqué es importante para ti comer bien, no tienes claro exactamente lo que quieres y tus motivaciones. Es importante que hagas el ejercicio de clarificarlo. Con una idea clara de lo que quieres y porqué es mucho más fácil llevarlo a cabo.
4- Usar la comida como premio o castigo. Un tema con el que trabajo mucho con mis clientas es su relación con la comida. La comida es la manera que tenemos de nutrir nuestro cuerpo y también es un placer. Es nuestra responsabilidad optar por las mejores opciones para nutrir a nuestro cuerpo para que pueda funcionar de manera óptima. Muchas veces usamos la comida cómo vía de escape emocional, la usamos para premiarnos pero también nos castigamos y culpabilizamos cuando comemos cosas que sabemos que no nos convienen. Es una relación amor-odio que hay que aprender a gestionar.
5- De perdidos, al río… Cómo hoy he desayunado un croissant con chocolate, como en el McDonalds y ceno otro bocadillo, el lunes empiezo de verdad. Cuando quieres llevar una vida sana, cada decisión cuenta y aunque no podemos pretender hacerlo perfecto todo el tiempo, tampoco podemos ir postergando una vez y otra el “empezar” a comer bien. Come bien en cada momento.
6- Ponerte a dieta. Si te sobran unos kilos, no te pongas a dieta. El problema de las dietas es que las ves cómo algo temporal, cómo un sacrificio a realizar durante un periodo “corto” de tiempo, para conseguir volver a tu peso sano. Si este es el enfoque, cuando “termines” con la dieta, volverás a tus hábitos de antes y seguramente recuperaras el peso perdido. Céntrate, en cambio, en cambiar tus hábitos de salud para siempre.
7- “Pasarte” en las ocasiones especiales. Si cada vez que sales a comer o a cenar fuera de casa o tienes una fiesta, “aprovechas” y optas por todas las opciones poco saludables y sin moderación, no estarás llevando una alimentación saludable, ya que normalmente, se te presentan muchas ocasiones especiales. En las ocasiones especiales, opta por platos saludables que son también muy ricos y apetitosos y si optas por alguna cosa no tan saludable, hazlo con moderación, comiendo poco a poco y saboreando cada bocado.
¿Te has gustado estas ideas de lo que tienes que dejar de hacer? ¿Cuál es tu reto más importante? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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