Nuestra sangre, como cualquier otro líquido, tiene un pH (nivel de acidez) determinado. Los niveles de acidez se denominan como ácidos, neutros y básicos o alcalinos, según se encuentre en una regla numérica del 1 al 14.
En el caso de la sangre, su nivel es neutro ligeramente alcalino (7.35). El cuerpo procurará mantener este valor estable en todo momento, mediante la liberación o asimilación de compuestos disueltos en el plasma, algo similar a una osmosis.
Consecuentemente, podremos clasificar los alimentos en ácidos y alcalinos, según provoquen que el cuerpo se acidifique, o alcalinice.
ALIMENTOS ÁCIDOS
Son aquellos que conllevan a un nivel de acidez mayor en nuestro organismo.
Algunos alimentos en este grupo son: alcohol, almidón, productos lácteos, avena, algunas legumbres y frutos secos, huevos, carnes (todo lo derivado de un animal es ácido, debido a las proteínas animales que trae consigo. En este artículo podéis ver una de las explicaciones), chocolate, productos enlatados, algunos frutos secos, casi todos los granos…
Por supuesto, no todos los alimentos son igual de acidificantes. Mientras que la carne de cerdo es un alimento muy ácido, la del pollo no lo es tanto, y las ostras aún menos.
¿Qué ocurre cuando acidificamos nuestra sangre? Para restaurar el nivel de acidez básico, el cuerpo tiene que liberar “contra-elementos”, para depurar e igualar. Normalmente, lo primero que liberará es agua, seguida de calcio y otros minerales.
Uno de los mantras de la buena nutrición es que “el mejor alimento es el que me nutre con un menor coste energético”, es decir, sin demandarme una gran cantidad de energía o nutrientes en ser procesado. En el caso de los alimentos ácidos, vemos cómo provocan que nuestro cuerpo llegue a perder nutrientes, o se resienta al digerirlos y absorberlos.
Por último, un cuerpo ácido es muchísimo más propenso a desarrollar enfermedades de todo tipo. Muchos expertos en salud aseguran que la principal causa de la aparición de enfermedades es la acidosis, es decir, acidificación del cuerpo.
Una dieta balanceada debería tener como máximo un 40% de alimentos ácidos.
ALIMENTOS ALCALINOS
Por supuesto, son aquellos que hacen que nuestro organismo tenga un nivel de acidez más básico, alcalinizándolo.
Los alimentos alcalinos son: casi todas las frutas y verduras (menos los arándanos y ciruelos), semillas, agua, especias (especialmente las hierbas)…
¿Qué efecto tendrá un cuerpo más alcalino? Un cuerpo más oxigenado, ya que las células respirarán en un ambiente más aeróbico, es la primera consecuencia. Sistema inmune más fuerte, papilas gustativas más desarrolladas, menos residuos en sangre y como consecuencia de todo lo anterior, tendrás más energía. Además, al ingerir menos grasas mejorará tu salud cardiovascular, y te mantendrás en un peso más saludable.
De hecho, se han dado casos de personas enfermas que al pasarse a dietas vegetarianas, (o con un menor consumo de carne), o dietas más alcalinas, han recobrado su salud y curado enfermedades difíciles, o mejorado su calidad de vida notablemente.
Para una dieta de sanación o restauración, se aconseja consumir un 80% de alimentos alcalinos, en lugar del 60% de la dieta normal.
La palabra ácido de por sí ya nos suena fea y tóxica. Y es exactamente así.
CONSEJOS
Las listas, no obstante, son largas, y muchas veces nos sorprende encontrar alimentos que creíamos alcalinos en ácidos y viceversa. Lo mejor es consultar los listados completos, y buscar si los alimentos que normalmente incluyes en tu dieta pertenecen a un grupo u otro (seguro que en el caso de la avena como acidificante te llevaste una sorpresa).
De nuevo repetimos: aunque un alimento se considere ácido, esto sólo quiere decir que está en un valor entre 0 y 6.9 de la escala. El zumo de frutas se considera ácido, pero en la escala está justo junto al agua embotellada, que es neutra. ¿Quiere esto decir que tomar zumo de fruta volverá tu cuerpo ácido? No, el nivel de acidez que te dará será mínimo, especialmente si lo comparamos al que te dará la carne.
Nuestro consejo, desde Rincón del Músculo, es que sigas el sistema de “lo que menos daño nos haga”, entendiendo daño no como tal, sino como lo opuesto a bondad. Lógicamente para el cuerpo es preferible un picoteo de arándanos, ciruelos y leche vegetal, la cual alcalinizará esas frutas “ácidas” rápidamente, que un sándwich de pavo o jamón con queso (el cual te está dando proteína animal, proteína proveniente de lácteos y harinas procesadas, todo ácido).
La escala es amplia y no debes eliminar todo lo que se encuentre a la izquierda del valor 7, sólo por su nomenclatura. Es raro que tomemos los alimentos aislados, por lo que hay que buscar un balance.
Por supuesto, para un deportista que esté en ganancia de músculo, renunciar a los productos animales puede ser algo casi imposible (decimos casi, porque se han dado casos de deportistas olímpicos y de élite que llevaban dietas vegetarianas y veganas), o extremadamente difícil, debido al control exhaustivo que hay que llevar a cabo para obtener todos los nutrientes requeridos.
No obstante, sí que es posible hacer pequeños cambios o sustituciones, o combinaciones ácido-alcalino eficaces.
El agua es neutra. Recuerda beber bastante, para así mejorar el rendimiento de todo tu organismo.
Os animamos a investigar listados de alimentos, y descubrir recetas alcalinas. ¡Contadnos vuestra experiencia!