Así lo se confirman dos estudios publicados en la revista Cell Metabolism donde dicen que comer más carbohidratos y menos proteínas, modificando nuestra dieta diaria hacia el consumo de carbohidratos frente a los de proteínas, podría ser nuestro elixir de larga vida.
Aquello que consumimos afecta a nuestro organismo y nuestro bienestar. De la misma forma influye en nuestra esperanza de vida. ¿Qué alimentos pueden favorecer nuestra esperanza de vida haciendo que podamos vivir más tiempo? Se han realizado dos estudios que confirman esta hipótesis sobre el consumo de carbohidratos frente al de proteínas para obtener estos resultados.
El primer estudio encontró que una dieta rica en proteínas y baja en hidratos de carbono ( estudio realizado en ratas) disminuye la esperanza de vida .
"Hemos estudiado organismos simples para proporcionar pruebas convincentes de que una dieta rica en proteínas - especialmente si las proteínas se obtienen de los animales - es tan peligroso para su salud como fumar."Dijo el Dr. Valter Longo, Professor of Gerontology/Alzheimer's Research/Cancer Research, Biological Sciences de la University of Southern California,
Los investigadores, tras observar lo ocurrido con las ratas, analizaron los hábitos de 6.831 personas de mediana edad y de la tercera edad de los Estados Unidos. En este estudio descubrieron que las personas de edades comprendidas entre 50 y 65 años que consumen una gran cantidad de proteínas eran más propensos a enfermarse y morir de cáncer o de desarrollar diabetes. En cambio para las personas de más de 65 años sucedía lo contrario.
Con estos resultados han visto que le mayor riesgo de enfermar haciendo una dieta hiperpoteica se debe a la conexión que hay con la hormona del crecimiento y el factor de crecimiento IGF-1.
El segundo estudio llevado a cabo por el grupo del Dr. Stephen Simpson, realizado en Australia, analizaron 25 dietas diferentes en cientos de ratones fijándose en el efecto de las proteínas, grasas e hidratos de carbono y el consumo de energía en la salud metabólica, el envejecimiento y longevidad. Encontraron que un alto consumo de proteínas y un bajo consumo de hidratos de carbono hacían reducir la grasa corporal, pero no solo la grasa sino también la esperanza de vida debido al mayor riesgo de sufrir enfermedades.
En una dieta rica en proteínas durante el proceso digestivo el estómago segrega ácido para convertir las proteínas ingeridas en aminoácidos : la acidez y el reflujo gastroesofágico son dos posibles riesgos asociados con el estómago .
Además también hace trabajar en exceso al hígado y los riñones. Por esta razón, cuando se consumen muchas proteínas y en las dietas famosas de la proteína se hace beber mucha agua durante el día. E incluso pueden darse casos de deshidratación por el elevado consumo de proteínas porque se produce más energía y calor corporal.
Por último, pero no menos importante, el efecto sobre la respiración. Una dieta alta en proteínas puede hacer que sea un poco más dificultoso de lo habitual.
Al final , el consejo sigue siendo el mismo : seguir una dieta sana y equilibrada , con cantidades moderadas de proteína animal, baja en grasas y alta en carbohidratos.