Alita, Ángel de Combate [Chachi Cómics]

Publicado el 06 mayo 2011 por Mugen

Si tuviera que llevarme un par de mangas a una isla desierta, éste sería uno de ellos. Gally, o Alita como se llamó aquí, es un título redondo, con un mundo acojonante y unas premisas increíbles… que Kishiro se empeñó en destrozar en una posterior continuación.


Las etapas de una heroína cojonuda

Pero no hablemos de ese desastre que salió después del auténtico final de la obra, ése que no os voy a desvelar pero que resulta “orgánica y kármicamente” perfecto para la prota, ése mismo que el autor decidió modificar para poder sacar luego más cuartos con una bizarra continuación que reduce la fuerza del Ángel de Combate a eso, a meros combates cutres repletos de comentarios de quienes ven cómo pelea “Oh! Alita ha alcanzado un poder diez veces mayor a su rival” “Oh! Con esa técnica ha superado los límites de la robótica” “Oh! Bragas a diez euros, la más lista se las lleva”.

Mejor hablemos de cómo comenzó todo. El buen doctor, Daisuke Ido, en su paseo rutinario en busca de piezas útiles para sus trabajos por los escombros de El Patio De Los Desperdicios, lugar donde la ciudad en los aires, Tiphares, vomita todos sus restos a la superficie, descubre algo increíble: la cabeza de una chica cyborg bien conservada. La alza y le pone nombre: Alita.

El patio de los desperdicios es el hogar de aquellos que viven con los pies en el suelo. en un futuro distópico (qué palabra tan idiota y pedante, pero enchulece los artículos que es una pasada) y apocalíptico, Tiphares es una ciudad blanca que habita en los aires, la meta a la que nadie normal puede llegar y donde, se supone, viven los elegidos por la mano de dios. Toda la mierda que esta civilización perfecta produce cae a La Tierra y entre esa podredumbre se ha creado la ciudad donde comienza esta aventura: el mencionado Patio de los Desperdicios. Esta urbe tiene normas, normas impuestas por la ciudad entre las nubes: prohibido volar, prohibido usar armas de fuego (y muchas otras que, la verdad, no me acuerdo).


Meláncolica, rabiosa y con mucho fondo. Alita rocks!

La gente de la superficie vive endeudada ¿Por qué? Os preguntaréis (los que no os lo preguntéis pensaréis “Oh! Ya sé lo que va a contar, qué grande esta bizarrada) Pues resulta que la ciudad está poblada de cientos de cirujanos sin escrúpulos. Si, por poner un ejemplo, te caes en la calle, estos sicarios de la sanidad te asaltan y te cambian el cuerpo entero por piezas de cyborg “¡Lo necesitabas!” “Pero si sólo me he raspado el codo” “¡¡¡LO NECESITABAS, AHORA PÁGAME MIL MILLONES DE MILLONES DE CHIPS!!” Así, todo el mundo debe dinero, obligados a dedicarse a la prostitución, a negocios turbios en general y a la caza de recompensas, el punto de partida de la obra.

Alita descubre que tiene un poder increíble, unas técnicas marciales que no recuerda pero que son su única pista de todo lo que le ha sucedido antes de ser encontrada por Ido; y así empieza su viaje. Primero cazarrecompensas, luego enamorada de un chico que sueña con alcanzar Tiphares. El desenlace de este amor la impulsa a cambiar y crece y luego… Alita se hace mayor, y todos somos testigos de esta evolución, haciendo gala el autor de una capacidad de narrar sobresaliente, con un cubo de humor negro y de imaginación desbordante, que se descubre, por encima de todo, en la creación de enemigos.

Como puede haber gente que todavía no lo haya leído, no quiero desvelar nada, pero hay dos tipos: uno cierto científico del Karma y un gigante robot centauro que sientan cátedra. En Alita todo es retorcido, bizarro y muy profundo, nada es superficial, el mundo está loco y enfermo, un mundo de mugre, sangre y sueños imposibles, mundo donde Yukito Kishiro (el autor) se descubre como un diseñador y narrador magnífico. Un clásico imprescindible que recorre los caminos de la madurez, que critica con dureza la sociedad, que profundiza en el “quienes somos” y donde salen unas hostias que te cagas

Cuando yo empecé a comprar manga, las cosas no eran como ahora. No había internet y las ediciones eran una puta mierda. Planeta de Agostini se hizo cargo de la publicación de la obra en estos números ridículos de… no sé si 40 páginas o así. La colección íntegra se me hizo muy cuesta arriba, pero la conseguí, combinándolos con la edición americana que sí publicaba tomos a mejor calidad (así me hice también la de X-1999, inacabada de Clamp y de la que también hablaremos otro día). Ahora Planeta te la sirve en tomos de bien, así que comprad. Cuenta con una adaptación a OVA, que no está nada mal, que cuenta una de las étapas más interesantes de la muchacha cyborg: cuando pasa de niña a mujer por culpa de su gran amor

Y nada más que decir, bajad a vuestra tienda de cómics más cercana y ¡comprar! que el título es la repolla