Cuéntanos Mabel, ¿Cuando llegaste a Montequinto?
Yo no soy de aquí de toda la vida, pero llegué en el año 1999. Mis hijos sí pueden decir que son del barrio, de toda la vida y además muy involucrados, porque participan mucho de las actividades que el barrio les ofrece sobre todo la biblioteca a la que los dos van muy a menudo.
¿Por qué te decidiste a montar un negocio en tu propio barrio?, ¿Únicamente por cercanía o viste algo más?
Un poco de las dos cosas, Montequinto es un barrio joven con muchísimos niños y además tener mi propia tienda era el sueño de toda vida. La verdad es que me he criado en una tienda, porque mi padre tuvo tienda, mi abuelo tuvo tienda… Siempre me había rondado la cabeza lo de montarla, pero acabé empresariales y directamente empecé a trabajar en la banca , así que dejé aparcado mi sueño.
¡En la Banca!, ¿Estando en este gremio, en que momento decides darle un giro tan radical a tu vida?
La verdad es que he cambiado mi vida totalmente, han sido 17 años trabajando en la banca (Caja Madrid/Bankia) los primeros años fue todo muy bien, pero los últimos cinco fueron muy malos.
Claro, imagino que has visto las dos caras de la moneda, ¿Verdad?
A lo largo de mis 17 años en la banca, he estado en todos los puestos y cuando tuve a mi hija pequeña, renuncié un poco a todo y me vine a la oficina de Montequinto. Ya lo que quería era estar más cerca de casa, de manera que llegué a la oficina del barrio hace dos años, que fue la peor época de la crisis y tomé una enorme decisión. Llegó a un momento de mi vida que me dije “o me paro ahora con 40 años o me voy a parar con 45 de un infarto”. Tenía que sopesar un montón de cosas, claro está, yo tenía mi sueldo fijo y todo. Hay que hacer muchos números.
¿Qué te hizo tomar la decisión definitiva?
Pues que echaba de menos a mi familia y ellos a mi, había días que casi no veía a mis hijos, así que en febrero de 2013 decidí cambiar de vida. Me tomé unos meses de descanso y en agosto decidí que ya había descansado bastante, después de 17 años a un ritmo frenético no puedes parar en seco, es como que necesitas un poco de estrés.
Y te aventuras, en plena crisis a abrir un negocio. ¿Da un poco de vértigo, no?
Para montar una tienda de este tipo yo hice un estudio de mercado además también lo he montado cuando la gente más o menos ya estaba empezando a arrancar, ha habido mucho miedo estos años atrás pero parece que el mercado empieza a animarse. Además en los niños es donde menos se escatima, el niño crece y tienes que comprar ropa sí o sí. Ahora, por ejemplo, llega el verano y le pruebas los bañadores y ves que ninguno le está bien y no tienes más remedio que comprar.
Probé con la primera tienda que estaba en la calle París, aun sabiendo que era una calle menos comercial pero me dije… ¡Bueno voy a probar!
El balance fue bueno, por lo que veo, ¿Verdad?
Si, más o menos, si que fue bien. Al principio utilicé mucho mis contactos, a través de facebook y whatsapp. Incluso clientes del banco, con los que después de tantos años también había hecho amistad, a base de vernos en el parque con los niños al final siempre hay clientes con los que te unes. Al poco tiempo, incluso pude contratar a una persona que me ayudaba unas horas, porque lo que si tenía claro es que aunque empezara de nuevo a trabajar, quería ser yo la que llevara a mis hijos al colegio y la que les diera de comer cuando volvieran.
¿Que te llevo a trasladar la tienda? ¿Quizás, buscando mas paso de clientes?
Claro, el transito en la calle París, no es el mismo que aquí, en la avenida de Europa. Allí era una clientela más buscada y sin embargo aquí me estoy encontrado con el cliente de paso.
Ahora que ya has encontrado el sitio perfecto para Alitas, ¿Qué futuro piensas que tienes por delante?
Yo tengo mucha ilusión ahora mismo, de momento ya tengo la tienda enfocada de una manera un poco distinta a lo que hay en Montequinto.
Cuéntanos, ¿Cómo es Alitas?
Pero verás, en Montequinto hemos tenido mucho niño pequeño, que ahora ya han crecido y por eso yo he orientado el negocio hasta la talla 16, lo que es el sport, va desde la talla 2 hasta la talla 16 y está teniendo mucho éxito, porque en Montequinto era lo que faltaba. Mi hijo, por ejemplo tiene 10 años, y me dí cuenta que era muy difícil comprarle ropa en el barrio, además tengo amigas con niños de 12 años de 10, de 9 y de 14 y ellas también me lo comentaban, así que utilicé toda esa información que me rodeaba. La línea hasta los 16 años es la que también me está ayudando mucho ahora mismo, y me está dando muy buen resultado.
¿Cuáles son tus planes a largo plazo?
A largo plazo tengo los planes muy claros, mi ilusión en un futuro es tener mi propia línea de ropa, es decir ropa marca Alitas.
Vamos, que empezaste el proyecto para llevar una vida más tranquila y ya estas otra vez planeando cosas ¿no?
Ja, ja, ja! pues si, pero a mí me gusta mucho todo esto, me gustan los niños, me gusta la decoración, me gusta comprar ropa infantil… me gustan todos los aspectos del negocio. Reconozco que trabajo muchas horas en la tienda pero aun así, ahora soy mucho más feliz.
Bueno, que te gusta la decoración es indudable, porque tienes una tienda preciosa y una decoración espectacular.
Si, además a la gente le gusta, llama mucho la atención; tanto la decoración como los complementos son todos hechos a mano. El escaparate desde la primera tienda lo montan mis amigas sevillanas de “hilandoeltiempo”, y los complementos son de amigas de aquí de Montequinto (Hay Que Monerías y Sarita Sopita).
Pero un negocio como éste no es sólo decorar y comprar ropa, además tendrás mucho trabajo por detrás ¿No es cierto?
Claro, hay que echar muchas cuentas para que la ropa te de margen y que no sea cara, porque en los tiempos que corren te tienes que adaptar al bolsillo de la gente. La base que tengo como economista es lo que a mí me ayuda llevar un poco esto hacia adelante, pero aun así, como me gusta mucho la decoración, me gustan los niños y me gusta la ropa, creo que con ilusión todo cuesta menos esfuerzo.
Pues con toda esta bocanada de ilusión, dejamos a Mabel, una empresaria emprendedora, luchadora e innovadora al frente de Alitas, una tienda muy original, para todo el público infantil y para todos los bolsillos y que ninguna madre quinteña debe dejar de visitar, y de paso conocer a un encanto de propietaria, que nos ha abierto las puertas de su negocio de par en par y nos ha hecho sentir como en casa.
Vivir en Montequinto le desea lo mejor, en su nueva andadura y esteramos expectantes y esperando su futura línea de ropa, y de todos sus planes de futuro. Personas como ella, merecen toda la suerte del mundo y quedamos convencidos de que con esta actitud ante la vida va a conseguir, sin duda, cualquier cosa que se proponga.
Os dejamos los datos de contacto para que no dejéis de pasar a conocerla, y de paso aprovechad que ya están de Rebajas con un 50% de descuento en todos los artículos excepto complementos.
ALITAS, moda infantil.
Av. de Europa, 30