Alvaro, de Yalocatoyo, abriendo la sesión
Para mí, beber Protos es, en cierta manera, cerrar un círculo personal en el mundo del vino. De pequeño, Protos era el vino que bebía mi padre, y cada verano, camino de las vacaciones en Comillas, pasábamos por delante de la bodega. Ahora, muchos años después (muchísimos!), he tenido la suerte de acudir a una presentación en Barcelona del nuevo proyecto de la bodega. Como os digo, estoy cerrando un círculo en mi relación con el vino.
En el evento me entero que la bodega hace tiempo ya que dejó de ser cooperativa, pasando a ser una S.L. con un Director General, Carlos, encantador, y convencido de que van por el camino correcto. Nos cuenta que Protos está en el origen mismo de la D.O. Ribera del Duero, que están presentes en el mercado desde el lejano 1927 (casi centenarios dentro de poco), que la bodega produce 5 millones y medio de kilos al año, que acaba criando en sus 2 kilómetros de galerías subterráneas. Me entero también que tienen unas 14.500 barricas, de las que renuevan aproximadamente un 25% cada año, una inversión potente.
Copa de bienvenida, Verdejo sobre lías
Pero en las cifras no está el Alma de una bodega, sino en sus vinos, así que trajeron unos cuantos para probar. Nos recibieron en el Bardot, un espacio gastronómico de referencia en Barcelona, con una copa de Verdejo sobre lías, el niño mimado en blanco de la bodega. Tiene cuerpo, frescura, y buena acidez. Y nos sirve para ir hablando con Carlos, y descubriendo cosas de la bodega.
Blanco fermentado en barrica y pulpo a la brasa
Nos sentamos a la mesa, con un pulpo a la brasa, que maridamos con un blanco fermentado en barrica 2013. Procede de suelos cascajosos, se prensa a 10º , y macera durante unas 4 horas en la prensa. Es un vino con mucha fruta, manzana, piña, con toques grasos, buena estructura, y algunas notas tostadas. La barrica bien integrada, y una buena acidez, le harán mejorar con los años.
Catando el Crianza 2014
Seguimos con una exclusiva de la noche: un crianza 2014, que han sacado de las barricas sólo para hoy. Es el primer tinto donde hay una tendencia diferente en la bodega, resulta un Ribera diferente, muy afrutado, sedoso, muy láctico, yogur, bollería, frutas del bosque. Lógicamente, le falta integrarse, pero sin duda mejorará mucho. Un buen buque insignia para otra forma de hacer, que nos cuenta Marilena, la enóloga. Lo probamos con un calamar sobre habitas confitadas con citronella y menta, y cebolla confitada.
El siguiente vino, el clásico, un crianza 2012, largo, agradable en boca, con mucho potencial de guarda aún. Lo acompañan unos raviolis con salsa agridulce.
Crianza 2012, una apuesta segura
Pasamos a las palabras mayores de la noche, vinos con mucha guarda, selecciones especiales de parcelas con alma, y viñas más viejas para aportarle personalidad. El primero de todos, un reserva 2011, de viñas de más de 50 años, con una producción de apenas 2.500 kg/ha, que ha pasado 18 meses en barrica y 24 en botella, para convertirse en un vino elegante, sutil, muy franco en nariz, con volumen, estructura, y mucha vida aún por delante. Va genial con un rissotto de ceps con panceta.
Pareja increíble…
La noche siguió, pero os dejo con las ganas hasta mañana…