Almansa, como toda España, ha dicho NO a una reforma laboral injusta y agresiva que sólo servirá para reducir salvajemente los derechos de los trabajadores, precarizar aún más el acceso al trabajo e instalar el miedo entre la ciudadanía. Nada resolverá esta reforma, si acaso las cuentas de resultados de algunas empresas a costa de las espaldas de quienes las mantienen a flote, sus trabajadores. Perder lo logrado tras decenas de años de lucha y entregar en herencia a nuestros hijos e hijas un futuro plagado de incógnitas no es lo que necesita este país. Nos quieren hacer perder el hoy y hacernos creer que no existe un mañana.