'Almas brujas' de Helena Cosano

Publicado el 14 junio 2013 por Carmen Fernández @topcultural
Almas brujas de Helena Cosano, Editorial Pigmalión, 2013. 
Por Cristina Falkenberg.


Me he leído el libro de Helena Cosano, Almas brujas, del tirón. No lo debería haber hecho, porque Almas Brujas, es una deliciosa colección de relatos breves que deben saborearse despacio, como una caja de bombones de los mejores: con tiempo entre uno y otro. Lo malo es que resistirse, porque es un libro que abraza al lector desde el principio.Almas brujas es un libro intensamente femenino; a veces transmite incluso esa impresión de autorretrato, por la intensidad narrativa que llega a alcanzar en su descripción de los mundos interiores. El título, que llama la atención, queda  perfectamente justificado después del segundo relato, complementario del primero. Las “Almas brujas” son las que retrata Cosano, una tras otra: la mayoría de ellas almas de mujer. Si un hombre desea pasear a sus anchas por ellas, que no deje de leerse este libro. Cosano relata, con una sinceridad rayana en lo cándido, lo que tantas veces piensan, desean y sienten las mujeres, aunque no lo digan, aunque callen su vida entera.Algunos temas son recurrentes, aunque tratados desde distintos puntos de vista: las obsesiones, esos hombres que sin querer y sin remedio marcan la vida de una mujer desde su infancia, el viaje en busca de la libertad, de una vida con sentido y del sentido de la propia existencia: esas son las aventuras que el lector encontrará en “Almas Brujas”.Con su prosa ágil, directa, casi instantánea, los relatos de Helena Cosano son historias de sentimientos, impresiones y sensaciones a flor de piel. No son grandes gestas, acontecimientos heroicos vividos con gran pompa. No: “Almas Brujas” es una invitación a ver la magia en lo cotidiano, a abrirnos a la percepción de una espiritualidad superior y omnipresente.Minimalismo sintáctico: eso parece haber elegido Cosano cuando nos invita a pasear por sus “Almas Brujas”. Lo que se siente es directo, inmediato: no requiere de complejas estructuras del lenguaje: por eso el libro de Cosano es una lectura tan recomendable. Algunos pasajes llegan incluso a recordar la llamada “escritura automática”, que ella misma menciona. Son impulsivos, de pincelada corta, decidida, llena de luz y de mil colores.En Almas brujas el lector se va a encontrar con algunos fragmentos magistrales: de los que requieren leerse dos veces por lo hondo y universal del mensaje que encierran. Los de Helena Cosano son, en efecto, relatos sobre los cuales volver, llenos de detalles inteligentes que no se captan necesariamente todos en una primera lectura. Es el caso de “Historia de una obsesión”, relatada a través de un viaje por la obra de una pintora, se erige en una excelente síntesis de lo esencial del arte de pintar.Bajo el título “Alas rotas” la segunda parte del libro se sitúa en esa zona fronteriza entre la prosa y la poesía. Relatos como “Palabras”, “Más palabras” o “Sin amor”, el resumen de una vida, son de lectura tan placentera como útil, por las conclusiones que proponen. Otros, como “Los cuervos”, ya en la tercera parte, resultan desgarradores.A través de las historias que Helena Cosano narra en Almas Brujas, se discierne con meridiana claridad qué fue, al fin de cuentas, esencial para aquellas almas, qué marcó de manera definitiva su existencia. Por eso deben degustarse como se hace con una caja de bombones: poco a poco, con tiempo entre uno y otro, a fin de permitir el ejercicio de introspección en nuestra propia alma bruja.Helena Cosano nació en Nueva Delhi (India) y pasó allí los primeros años de su vida. Su infancia transcurrió a continuación entre Moscú y París, donde se escolarizó en primaria y empezó a escribir cuentos a una temprana edad. Fue laureada por el gobierno francés con el primer premio de literatura española en el Concours Général des Lycées (1994).Cursó estudios universitarios de Filosofía, Psicología, Derecho y Filología Rusa en París, Viena, Madrid y Moscú, así como en la Escuela Nacional de Administración (ENA, Estrasburgo). A los diecinueve años descubrió el yoga y meditación, que le abrirían las puertas de la sabiduría oriental, marcando profundamente su forma de ver el mundo y de interpretar la existencia. A finales del año 2004 aprobó los exámenes de ingreso a la Carrera Diplomática y unos meses más tarde publicó su primera novela. Otros libros:Tres reencuentros y nueve días de amor teórico (Ed. Dossoles, 2004), Mariposas (Colección de cuentos, Ed. Dossoles, 2007) y Cándida Diplomática (Algaida, 2011)

(A la venta en Casa del Libro o este fin de semana en la caseta de la Editorial Pigmalión en la Feria del Libro).