Este es un entrante que nos gusta por su casi nulo aporte de grasas, resultando un aperitivo de lo más apetitoso. A veces compro almejas blancas dependiendo del precio de la almeja, no todos los bolsillos son iguales y hay que economizar. Está claro que a todos nos gustan los mejores productos y de nuestra tierra, claro está, pero muchas veces cuando se disparan los precios nos vemos obligados si no queremos o no podemos gastar esos dinerales que cuestan algunos productos de la cesta de la compra. En esta ocasión compré almeja blanca pues se acercaban las fechas navideñas y ya se sabe que todo este tipo de productos se ponen por las nubes. Es un producto barato sí, pero al alcance de todos. La he utilizado otras veces en salsas de pescado y me da un buen resultado.
INGREDIENTES
-un paquete de almeja blanca (trae 500g)
-media cebolla
-un diente de ajo
-media cucharada sopera de harina
-unas hebras de azafrán
-un chorrito de vino blanco, como un dedo de un vaso
-dos hojas de laurel
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
En una sartén mediana ponemos tres cucharadas soperas de aceite y cuando empiece a estar caliente ponemos la cebolla y el ajo muy bien picadito, todo lo que se pueda y damos unas vueltas con la cuchara de madera. Ponemos también las dos hojas de laurel.
Cuando se empiece a dorar, echamos las hebras de azafrán. A continuación ponemos la harina y movemos bien, esto es para que espese un poquito la salsa.
Cuando haya espesado echamos el vino blanco y medio vaso de agua o un poquito más. movemos y dejamos que se haga la salsa unos cinco minutos.
Añadimos las almejas y dejamos un par de minutos y ya estarán. Es importante no dejar mucho tiempo las almejas cociendo para que no se sequen.
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