Presentación: Rústica sin solapas con sobrecubierta
Traductora: Sunme Yoon
Formato: 14 x 21.5 cm
ISBN: 978-84-9998-791-0
Páginas: 256
Título: Almendra
Autora: Won-Pyung Sohn
Editorial: Editorial Planeta
Título original: Almond
Sinopsis:
Yunjae tiene dieciséis años, está en la edad de las emociones desbordadas, el amor y la rabia. Pero las amígdalas de su cerebro son pequeñas, más pequeñas que una almendra y, como consecuencia, Yunjae es incapaz de sentir nada.
Educado por su madre y su abuela, aprende a identificar las emociones de los demás y a fingir estados de ánimo para no destacar en un mundo que pronto lo tachará de extraño. «Si tu interlocutor llora, tú entrecierra los ojos, baja la cabeza y dale una suave palmada en la espalda», le dice su madre. Así construye una aparente normalidad que se hace trizas el día en que un psicópata ataca a ambas mujeres en la calle. Desde entonces, Yunjae debe aprender a vivir solo, sin deseo de derramar una lágrima, sin tristeza ni miedo ni felicidad.
A Yunjae le tienden la mano personas improbables: un antiguo amigo de su madre, una chica capaz de romper certezas e incluso un abusón con más afinidad de la esperada. Los tres quebrarán la soledad del protagonista de Almendra.
Opinión:
A veces, la novedad nos ciega. La primera vez que leemos u oímos hablar de algo que rompe por completo nuestros esquemas puede deslumbrarnos hasta el punto de no ser capaces de ver más allá de la superficie. Esto suele pasarme a menudo, porque voy en busca y captura de novelas con conceptos originales, y siempre es G quien me abre los ojos y me obliga a reflexionar sobre si esos conceptos están bien desarrollados y si tienen más finalidad que la de sorprender.
Como os debe pasar a la mayoría de vosotros, no había oído hablar de la alexitimia en ningún momento de mi vida. La alexitimia es una enfermedad neurológica que, entre otras cosas, te impide identificar las emociones propias o ajenas. Las personas con alexitimia no son conscientes de que las emociones suelen ir acompañadas de unos determinados síntomas fisiológicos. Por ejemplo, no saben que llorar implica tristeza o que elevar el tono de voz significa enfado. Puedes explicárselo, como hace la madre de nuestro protagonista, pero solo podrás lograr que memoricen una larga lista de acción-reacción, sin que lleguen a entenderla o aplicarla de forma natural. Suelen ser personas bastante inexpresivas, que toman decisiones basadas en los aspectos racionales, sin tener en cuenta los aspectos emocionales. Por ejemplo, ante el dilema moral de desviar un tren para salvar a tu madre a cambio del sacrificio de diez personas, la gente con esta enfermedad no dudaría en salvar a la mayor cantidad de gente posible.
Esta actitud frente a la vida, por supuesto, causa muchos problemas de socialización, puesto que la mitad del acto comunicativo se basa en la información no verbal: gestos, expresiones y tonos. La gente con esta enfermedad no es capaz de detectar dobles sentidos, el sarcasmo o la ironía, pero tampoco de mentir.
La novela, en primera persona, empieza con el protagonista, Yunjae explicándonos las dificultades que tiene para relacionarse con el mundo y cómo tanto su madre como su abuela han sido claves para aprender cómo interactuar con el resto. Más allá de ciertas convenciones sociales (saludar al llegar a un sitio, dar conversación para no quedar en silencio u ofrecer algo de beber a los invitados), que dependen mucho de cada cultura y de la época (G, por ejemplo, las evita siempre que le resulta posible), hay toda una serie de ademanes que hacemos de forma inconsciente (sonreír cuando te encuentras con alguien, bajar la mirada cuando nos sentimos culpables, asentir cuando otro habla, fruncir el ceño para mostrar sorpresa...). Soy una persona muy expresiva y muy consciente de las sutilezas del lenguaje, así que leer sobre alguien completamente incapaz de descifrar el código no verbal me parece fascinante. He leído novelas sobre el autismo, pero esto va un paso más allá en lo que respecta a los problemas comunicativos.
Me han parecido muy interesantes las distintas técnicas que utiliza Yunjae para relacionarse de forma "normal" con el mundo, así como su reacción indiferente ante cosas como el acoso. Cuando te acosan, lo que más duele es el daño psicológico y, en su caso, como no le afecta nada de lo que le dicen, la dinámica con su acosador resulta muy distinta de lo que viene ser habitual. Más allá de esa indiferencia resultado de su enfermedad, Yunjae no posee ningún talento especial que compense sus carencias, un tópico en estas historias.
La obra es muy entretenida y explica bastante bien lo que supone vivir con esta enfermedad, pero se nota que no es autobiográfica, porque no he sentido que la narración, en primera persona, se correspondiera con alguien que tiene este síndrome. La actitud y las acciones del protagonista sí que son adecuados, así como las dudas respecto al mundo que se plantea interiormente, el problema es lenguaje que utiliza y las cosas en las que se centra la narración. Es la primera vez que leo sobre algo así y no conozco a nadie que padezca esta enfermedad, por lo que puede que sea solo mi impresión, pero me gustaría mucho conocer la opinión que le merece este libro a alguien con alexitimia.
Me gustan las novelas de trama, pero esta necesitaba ser costumbrista. En parte lo es, porque no hay mucha acción, pero toda la que hay es completamente innecesaria. En lugar de la historia de cómo un chico con esta enfermedad se enfrenta al mundo, resulta que, como esto no es drama suficiente, al principio su abuela y su madre, sus únicos soportes, son víctimas de un tiroteo y la abuela muere y la madre queda en coma, así que él debe sobrevivir por su cuenta yendo a clase y encargándose del negocio familiar. Tenemos también una trama con Goni, que es un acosador (bien, lógicamente el protagonista es el blanco perfecto), pero cobra tanta importancia que eclipsa a Yunjae. Y ya tirando al final, tenemos una trama romántica (?) con una chica que no conocemos demasiado bien.
La trama se mueve a partir de casualidades que se encadenan una detrás de la otra, cosa que es especialmente notoria al final, para mí, la peor parte de la obra. No solo se atropella un suceso detrás de otro, sino que me ha parecido un despropósito por lo idealista que resulta. Es un final bastante positivo, pero poco realista.
En resumen, Almendra es una novela muy interesante que explora una enfermedad muy desconocida, la alexitimia, la incapacidad de comunicar o comprender los sentimientos. La narración, en primera persona, es ligera y toda la obra resulta muy entretenida. Algunos de los secundarios están tan trabajados como el protagonista, pero eso, en parte, va en detrimento de la obra, porque no permite profundizar suficiente en el tema central. La trama es lo más flojo, porque se mueve a partir de casualidades que derivan en un final demasiado idealista. La recomiendo para conocer más a fondo esta enfermedad y porque te hace reflexionar sobre cómo expresamos nuestros sentimientos y entendemos los de los demás.
Cosas que he aprendido:
- Qué es la enfermedad de la alexitimia
- Comprender mejor la complejidad de la comunicación no verbal
- Cómo ve el mundo una persona incapaz de comunicar sus sentimientos ni entender los de los demás.
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...2'5/5!
Primeras Líneas...