Almendrados. Hoy os traigo una receta muy sencilla. Fácil, fácil de verdad. Estas galletas de almendra o almendrados se hacen casi sin querer. Sus ingredientes son muy fáciles de encontrar (y son pocos) y el resultado está riquísimo. Para los amantes del dulce, una opción a considerar muy seriamente.
Los almendrados son pastas muy ligeras: su composición básica es clara de huevo y almendra; así que os podéis imaginar que se trata de una pasta muy aireada. Os van a durar poco, os lo garantizo.
Esta versión está hecha con harina de arroz integral, aunque en otras ocasiones he probado a hacerlos con harina de trigo (versión repostería). En este último caso, los almendrados no me subieron tanto, aunque el sabor seguía estando buenísimo.
Yo las utilizaría más bien como pastas para acompañar un té o un café de sobremesa. Están muy dulces y son ligeras, así que para después de una comida son ideales.
Y no hay nada que puntualizar antes de meternos en la cocina, así que vamos a por ellos!!!
Ingredientes de los almendrados (unos 40):
- 2 claras de huevo.
- Una pizca de sal.
- 225 gramos de azúcar blanco.
- 125 gr. de almendra triturada.
- 30 gr. de harina de arroz (yo utilicé harina de arroz integral. Probad otras si queréis).
- Aroma o esencia de almendra (totalmente opcional).
- Una almendra cruda entera por cada almendrado que nos salga.
Más fácil, imposible. Precalentamos el horno a 180 ºC, por arriba y abajo.
Montamos las claras a punto de nieve. Ya sabéis cómo montar claras a punto de nieve (es una entrada del blog). La pizca de sal la añadimos a mitad del proceso de "montaje" de las claras, para ayudar a que se endurezcan.
Una vez montadas las claras, comenzamos a añadir el azúcar, poco a poco y sin dejar de batir a máxima potencia. El objetivo es obtener un merengue duro y consistente.
A continuación, añadimos al merengue varias gotas de esencia de almendra (si no tenéis, no pasa nada), la harina de arroz tamizada y la almendra triturada. Mezclamos e integramos con movimientos envolventes, utilizando una espátula.
Ponemos papel de hornear sobre la bandeja del horno y, con la ayuda de un par de cucharillas (pequeñas, un poco más grandes que las del café) vamos formando pequeños montoncitos (no más grandes de diámetro que una nuez) de la mezcla sobre el papel. Ponemos una almendra sobre cada montoncito.
Introducimos la bandeja en el horno y la dejamos dentro unos 12-15 minutos, dependiendo del horno: hasta que estén muy poco doraditas.
Y eso es todo!! Ya habéis visto qué sencillo y fácil es preparar estos almendrados. Espero que os gusten!!
Buen provecho!!
Hasta pronto!!!!