Cuando pienso en las garrapiñadas me traslado como por arte de magia a una feria de pueblo: algodón de azúcar, manzanas cubiertas de rojo caramelo, bolsitas de garrapiñadas y el ruidoso jaleotípico de las atracciones de feria.
Me pasa también que durante años no veo una almendra garrapiñada pero comoun día las tenga delante de mi no puedo parar de comerlas hasta que se acaban.
Toda la culpa la tiene David, ¡sí, tu David!, fan number one de las garrapiñadas. Me dijeron que te gustaron mucho y no sabes lo que me alegró, más cuando ésta era la primera vez que preparaba la receta. Realmente están buenas, a parte de ti, han sido aprobadas con nota por 3 hogares más, jeje. Y por supuesto por señora Puchereta, aquí presente. Así no hay forma de ponerse a dieta.
Y ahora va la receta para que te animes a hacerla, es muy fácil.
INGREDIENTES:
250 g de almendra cruda con piel (pero sin la cascara, of course)250 g de azúcar 250 ml de aguaUn poquito de paciencia
PREPARACIÓN:
Are you ready?
Poner en una sartén todos los ingredientes a fuego medio y remover hasta que empiece a hervir, en este momento deberá empezar a hacerse una espuma blanca. Bajar un poco el fuego y seguir removiendo, notaremos que el agua va evaporándose y que la mezcla toma consistencia. No paréis, seguid moviendo hasta que el agua se evapore por completo, lo notaréis porque el azúcar se convierte en una especie de arena blanca granulosa. Aquí va a costar un poco más moverlo todo. Ahora tenéis que subir un poquito el fuego, y OJO no dejéis de remover ya que este es el momento más importante, el azúcar empezará a caramelizarse y pegarse a las almendras, lo iréis viendo.
En cuanto las almendras estén cubiertas de azúcar y con ese tono tan bonito que veis en las fotos, retirarlas del fuego para que no se quemen y echarlas sobre un papel de horno sulferizado, cuidado porque el azúcar quema mucho. Extender las almendras con la cuchara de madera y dejar enfriar.
Una vez frías separar las que se hayan pegado, guardar en un frasco o hacer cucuruchos con papel de horno y regalarlas a vuestros amigos, os amaran y querrán hasta el infinito y más allá.