¿Qué sería de los almendros sin su Osmia? Producirían menos almendras y a la larga, en la naturaleza, la especie se volvería más escasa, lo cual significaría menos flores de almendro para estas abejas carpinteras. Así, la Osmia del almendro, de un modo completamente inconsciente, favorece que en el futuro su flor favorita se abra en cantidad y, de este modo, su propia supervivencia. En un entorno tan cambiante, tan inestable como la región mediterránea, muchas veces no sobrevive simplemente el organismo más apto, sino el que encuentra un buen aliado. Así que, si queréis muchas almendras, no retiréis la madera muerta...
Arriba: Almendro en flor, de Vincent Van Gogh.