Alonso festeja su cuarta victoria de la temporada en el circuito de Marina Bay -EFE.
Hay profesores que premian a los alumnos que van mejorado sus calificaciones a lo largo del curso redondeándoles la media porque entienden que lo importante es lo que saben al final. Fernando Alonso podría ser uno de esos estudiantes. El piloto de Ferrari prosiguió con su fenomenal remontada con su segundo triunfo consecutivo en Singapur tras un comienzo muy irregular, sólo maquillado con el triunfo inaugural en Bahréin, un valioso segundo puesto en Montmeló y un tercer lugar en Canadá. La recta final de Alonso está allanándole el camino hacia su tercer Mundial, pues ha sumado 93 puntos de los 125 posibles en las últimas cinco carreras, traducido en porcentajes, el 48'6% de los que lleva (191). Y en menos de un mes ha pasado de perder 41 puntos con el líder de entonces, Lewis Hamilton, a estar a sólo once de Mark Webber, quien domina ahora el campeonato, y sacarle nueve puntos a Hamilton, que abandonó como en Monza, esta vez tras recibir un impacto de Webber en otra acción arriesgada. Alonso sacó provecho a la pole y supo resistir la presión asfixiante de Sebastian Vettel, al que sólo sacó poco más de dos décimas en la línea de meta. Casi medio segundo le sacó al tercero Webber. Jenson Button fue cuarto y está a 25 puntos del liderato en el Mundial con más aspirantes desde 1981. Sólo quedan cuatro carreras en juego: Japón, Corea –con un circuito todavía en obras–, Brasil y Abu Dabi.En época de crisis económica y de continuas reivindicaciones de los sindicatos, en el circuito urbano de Marina Bay se corre de noche, sin escatimar en luces y gastos, pues montar y desmontar la parafernalia que conlleva el GP de Singapur cuesta unos 100 millones de euros. Un trazado con curvas lentas y bacheadas donde cuesta adelantar y los percances son cuestión de tiempo. De ahí que seguramente se disputase la prueba más interesante en lo que va de año y con una imagen por encima del resto, la de Heikki Kovalainen utilizando el extintor para apagar el fuego en su Lotus a tres giros del final, el punto álgido de la lucha entre Alonso y Vettel. Siempre primero y segundo respectivamente, ambos pasaron por boxes en 30ª vuelta –Webber optó por arriesgarse y hacerlo en la cuarta– y protagonizaron un duelo delicioso, por la perseverancia de Vettel, que recortó seis décimas en el penúltimo giro, como por las agallas de Alonso, capaz de mantener dos décimas de margen en el último para lograr su cuarta victoria del curso, la 25ª de su vida. Un registro histórico con el que Alonso supera la marca de Juan Manuel Fangio e iguala las de Jim Clark y Niki Lauda.
Mejor que McLaren
Alonso se mostró cauto ante los micrófonos, pero no ocultó su gran satisfacción ante un hecho indiscutible: Ferrari ha reducido las distancias con los Red Bull y ya presenta mejores prestaciones que McLaren. El bicampeón ha ganado en un circuito tan rápido como Monza y en el trapazado más exigente del Mundial. Tanto que Alonso se desmayó tras ganar en 2008 una carrera en la que partió 15º y se produjo la maniobra más bochornosa de los últimos años, el accidente pactado por Nelsinho Piquet y Flavio Briatore.
“Está todo muy apretado, pero seguimos con opciones. Obviamente, Webber tiene más al seguir siendo el líder”, reconoció Alonso, satisfecho con el segundo abandono consecutivo de Hamilton. El británico se precipitó al intentar a Webber con dos doblados en el medio y cuando lo había conseguido fue envestido por detrás por el australiano, al que le tembló el alerón delantero, pero que pudo continuar. Tampoco recibió una sanción posterior. También fue inocente para los comisarios Michael Schumacher, implicado en un accidente con Nick Heidfeld, que no pudo concluir en su estreno en estreno en Sauber como sustituto de Pedro Martínez de la Rosa. Schumacher sólo fue 13º en Singapur en la primera carrera de las últimas cinco en la que había pasado a la Q3. Un puesto mejor quedó Jaume Alguersuari, que había partido desde el pit lane después de que Toro Rosso consiguiese solucionar sus inesperados problemas en el radiador.
Felipe Massa cerró los puntos después de salir el último después de ser el primer eliminado en la Q1 –al brasileño se le paró el coche–. El brasileño, rodando con neumáticos duros desde el segundo giro, no pudo contener a Robert Kubica, que tras pinchar cuando iba sexto y bajar a la 12º puesto se puso las pilas para remontar hasta el séptimo puesto con adelantamientos impagables. Especial, por simbólico y por forma, el que le hizo a su compañero en Renault Vitaly Petrov, una de las fuentes de ingresos de la escudería de Gerard López. El búlgaro aporta muchos patrocinadores para poder disputar un Mundial en el que Alonso prosigue su remontada. “Hay que ser consistentes. Hay que seguir avanzando y dar el cien por cien hasta el final”, resolvió.