En una de sus crónicas, de la Vega cuenta que Alonso Sánchez en un viaje hacia Inglaterra, es sorprendido por una fuerte tormenta, entre las Islas Canarias y Madeira y pierde el rumbo. Luego de varias semanas, arriban a una isla (podría tratarse de Santo Domingo) y son bienvenidos por los indígenas del lugar.
Luego de un tiempo allí - y de haber calculado las distancias recorridas - emprenderían la vuelta, arrivando a la isla de Porto Santo en donde, en ese tiempo, vivía Colón. Alonso, siendo uno de los pocos sobrevivientes de la travesía, según las palabras del Inca Garcilaso, reveló su secreto a Colón, quien ya había reunido información de las tierras al oeste del océano.
Este relato, dice Garcilaso, lo oyó cuando era niño, de palabras de los conquistadores españoles.
Actualmente, en la ciudad de Huelva, Alonso Sánchez es algo así como su hijo pródigo. Un monumento en su honor cercano al muelle lo recuerda, al igual que una institución de enseñanza y un parque.