O las amas, o las odias. En cuanto al calzado, todo está escrito, y parece ser que para esta temporada, lo que tiene que ver con el gusto, exquisito o escaso, dependiendo de quién se lo ponga y a quién preguntes, se traduce en forma de alpargata. Hace unos años, se convirtieron en una atracción y una apuesta de lo más segura y cómoda, y después a todos nos horrorizaban. Sin embargo, su reinado ha vuelto y parece que más fuertes que nunca. ¿Qué necesitas para saber si te gustan o no? Aquí tenemos las claves.
Te rendirás a ellas si…
-Eres una fan incondicional de todo lo que tiene que ver con las tendencias. Si te pones lo que se lleva sea lo que sea, y te encanta seguir los must del momento.
-Siempre te han gustado y no has dejado de utilizarlas, y las consideras cómodas e incluso bonitas dependiendo de la situación a la que se refieren.
-Al final, sabes que caerás y prefieres hacerlo cuando realmente se llevan y cuando tendrás tiempo para usarlas este verano.
-Además, lo harás si realmente te apetece lucir este tipo de calzado y adoras todo lo que tiene que ver con los zapatos planos. ¡Ah! Y si te encanta llamar la atención con cualquiera de tus outfits.
No las soportarás si….
-Efectivamente, te parecen de una época pasada y no encuentras cómo combinarlas con la ropa que tienes ahora mismo en el armario.
-No te gusta rendirte a cualquier tendencia si no pasa por el filtro de tu gusto personal y de tus looks particulares.
-Te encanta ir siempre en las alturas, y no es algo que te apasione el hecho de ir a ras de suelo, porque tú eres una fan incondicional de los tacones y no te pones alpargatas ni en casa.
¿Y tú, de qué lado estás?