A veces nos encontramos que queremos llevar a cabo una actividad de baile y nos encontramos en que no tenemos un lugar en donde hacerlo.
Qué tener en cuenta al alquilar salas para bailar
Por suerte, existen muchos locales que ofrecen salas de baile para ser alquiladas. Pero, ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de alquilar una sala? Aquí os damos algunas pautas:
- Lo más importante es el espacio: alquilar una sala para bailar no es lo mismo que alquilarla para otro tipo de actividades. El baile requiere espacio porque se realizan muchos movimientos, por tanto tenéis que tener en cuenta algunas cosas:
- Que haya suficientes metros cuadrados, y esto viene ligado por la cantidad de personas que seréis: si sois pocos no importa que el espacio sea pequeño, pero si sois un grupo grande necesitáis pode moveros libremente.
- Que no haya demasiadas columnas ni obstáculos por en medio, pues dificulta el movimiento y en según qué bailes sería del todo imposible practicarlos.
- Que haya tomas de corriente por si se debe enchufar algún aparato de música o alguna luz o foco extra. También que haya suficiente luz, ya sea natural o artificial.
- Que por ejemplo haya barras, espejos u otros complementos habituales en las salas de baile.
- Por último en temas de espacio es el suelo: es muy importante que el sitio en donde ponemos los pies sea un lugar liso, a poder ser de algún material que no sea frío (las baldosas por ejemplo suelen ser muy frías) y que sobre todo no sea muy deslizante, pues podría provocar caídas y lesiones.
- En segundo lugar, cuando se mira una sala para alquilar se tiene que mirar que esté bien comunicado. Es interesante que cerca de allí haya transporte público. Para la persona que alquila la sala, puede ser interesante también que esté cerca de su casa, pero esto ya dependerá de cada persona y de las necesidades que requiera.
- Se debe comprobar, antes de alquilar, cuáles son los servicios que van incluidos, es decir: a qué tendremos derecho si finalmente decidimos alquilar una sala y no otra. Algunos ejemplos son:
- El uso de los vestidores: depende que tipo de baile practiquemos, es necesario cambiarse de ropa al entrar o antes de salir a la calle. Saber si se podrá hacer uso de los vestidores (o incluso, ¡si los hay!) será una razón muy a tener en cuenta.
- El poder usar el material disponible en la sala o en el centro, como por ejemplo equipos de música como reproductor de cd, etc.
- Disponibilidad de taquilla: hay centros que tienen taquillas a disposición de sus usuarios. En caso de realizar un evento puntual no pasa nada, pero si es una cosa más fija (como por ejemplo un curso o taller que se imparte varios días o de forma más o menos continua) entonces se puede preguntar.
- La flexibilidad horaria: se deben preguntar bien los horarios de apertura y cierre del centro, e incluso la posibilidad de poder estar allí una vez se haya cerrado el centro, cuando si por ejemplo se debe ensayar extra un fin de semana o los horarios deben ser nocturnos por la complejidad laboral de los asistentes, etc. La mayoría de centros no lo ofrecen por cuestiones logísticas, pero por preguntar que no quede.
- El precio: El dinero es una de las cosas que más se miran, se nota la crisis en los bolsillos y es normal que una persona se mire bien todas las opciones antes de decidirse por una sala u otra. Pero atención: no se debe caer siempre en la opción más barata, porque no siempre es la más buena: cuando se pida un precio, éste se debe acompañar de los servicios que van incluidos. Sólo teniendo toda la información se podrá decidir.
- Por último, si el centro tiene una recepción, confirmar que está al caso de las actividades que se hacen en las salas alquiladas, para poder informar a quienes pregunten. También por ejemplo si hay alguna persona que pueda dar soporte técnico en caso de surgir algún problema en la sala. Son pequeños detalles que aunque no sean del todo importantes, nos pueden hacer decantar por una opción u otra.