Alquilar un barco sin licencia en Menorca: nuestra experiencia en el sur de la isla

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con surcar los mares? Es demasiado tentador. Algo en pequeña escala se puede hacer al alquilar un barco sin licencia que te lleve por los rincones costeros más encantadores de Menorca. Podrás atracar en auténticas piscinas naturales, dejarte mecer por el vaivén de las olas y esquivar los atestados aparcamientos de sus mejores calas para acceder a ellas. Elegí este plan recientemente, recorriendo el sur de la isla, y os puedo asegurar que merece la pena. Si tenéis curiosidad o dudas, ¡seguid leyendo! Os contaré cómo es, mi experiencia y algún consejo.

Para comenzar, contaros que se puede disponer de este recorrido a golpe de clic. Nosotros elegimos alquilar un barco en Menorca con la compañía Nautal, que ofrece diferentes tipos de barcos y trayectos, y que se ocupó de dar un servicio de calidad desde el primer momento. Hablamos incluso a través de Whatsapp para cerrar los detalles. La experiencia partía de Cala Forcat, muy cerca de nuestro alojamiento, y en nuestro caso fue de 10.30 a 18.30 (también hay opciones de medio día).

Recorrer en barco el norte o el sur de la isla: nuestro recorrido

Aunque hay posibilidad de conocer el norte o el sur de la isla, lo más habitual es lo segundo. Nosotros lo teníamos claro. El norte nos encantó pero las playas están menos masificadas y por ello, queríamos aprovechar el barco para acceder a la zona meridional. Y no nos arrepentimos. Los fondos marinos de algunas zonas y el turquesa eléctrico de su agua nos cautivaron por completo. Nos sentimos muy afortunados de poder admirar el paraíso que es Menorca desde su mayor tesoro: el mar.

Nuestro barco era un COMPASS 3 GT400, pequeño pero por eso más manejable y bonito, cuidado. Tenía nevera, cajoneras para meter la cosas y que no se mojen y un toldo para poder generar sombra en los momentos de descanso. Algo más que un medio de transporte: la guarida perfecta para una aventura genial.

Recorrido en barco por el sur de Menorca

Aunque el recorrido incluye innumerables paradas, nosotros elegimos solo algunas de ellas. Somos de la opinión de que es mejor poco y bien, que mucho y mal. Así que de todas las posibilidades de nuestro recorrido (Sa Caleta, Santandría, Cala Blanca, Faro de Artrutx, Cal´n Bosch, Xoriguer, Son Vells, Son Saura, Es Talayer, Turqueta, Macarelleta, Macarella, Galdana, Mitjana y Mitjaneta) estuvimos un rato atracados y haciendo snórkel por una zona conocida como ‘La Cueva de los Gorriones’; paramos para comer en Son Saura; nos acercamos nadando a la arena de Es Talayer; admiramos a lo lejos Cala Turqueta (si lo hubiera sabido me hubiera acercado a esta, tenía mejor pinta); y paramos en Macarella, donde hicimos campo base y descansamos un rato.

Si bien creíamos que íbamos a ir sobrados, la verdad es que al final preferimos no llegar ni al final del paseo pensado (hasta cala Mitjana) y elegimos ir tranquilos disfrutando al máximo de la experiencia. A la vuelta nos acercamos un rato a Pont d’en Gil, un emplazamiento único donde se puede pasar por un arco de piedra y luego disfrutar de una bahía tranquila y encantadora.

Faro de Artrutx:

Cala Son Saura:

Cala Talaier:

Cala Turqueta:

Cala Mascarella:

No obstante, no solo se disfruta el destino, sino también el camino. Y lo pasamos como niños siendo capitanes de barco por un día. ¡Es ideal!

¿Cómo es conducir un barco sin licencia?

Seguro que muchos albergáis duda sobre cómo es conducir un barco sin licencia. Comenzaré diciendo que es sencillo y que solo se necesitan dos cosas: sentido común y algo de fuerza para elevar el ancla (tampoco nada del otro mundo). No es necesaria ninguna licencia o permiso. ¡Más fácil imposible! Son barcos pequeños y con relativa poca potencia, pero suficientes para una experiencia maravillosa. 

Para comenzar a navegar, nuestro armador (Iván, un verdadero encanto) nos ayudó a sacar el barco de la cala donde comienzan sus recorridos. No siempre es así, pero en este caso a veces las olas son traicioneras y así se evitan problemas. Una vez en mar abierto, nos explicaron con detalle cómo manejar la embarcación. Para arrancar, como en un coche, es necesario hacerlo en punto muerto. Luego solo hay dos operaciones: acelerar o la marcha atrás, que aconsejan no utilizar en exceso sobre todo porque hay gente que pasa de acelerar a la marcha atrás de golpe (lo suyo es pasar por punto puerto) y ahí sí puede afectar algo a la máquina. En nuestro caso, no necesitamos la marcha atrás en ningún momento. 

Conducir correctamente, evitar problemas

Hay también que tener en cuenta que no nos debemos alejar de la costa más de un kilómetro y medio, factor que también influye en que el riesgo sea mínimo.

El otro momento clave de navegar con un barco sin licencia es atracar. En Menorca hay una cosa importante que saber y cumplir: no se debe echar el ancla en zonas de posidonia, una planta marina endémica del Mar Mediterráneo de alto valor ecológico y protegida por la Unesco. Por tanto, se debe atracar en las zonas donde se percibe arena en el fondo marino (las más claras), con cierta distancia de otros barcos y echando el ancla. Con el mecer del barco, este se distanciará unos cinco metros quedando anclado al terreno. Como consejo, podéis aseguraros de que está todo bien buceando y apreciándolo bajo el mar. 

Por último, para elevar el ancla, hay un apoyo por donde pasar la cuerda, después la cadena y finalmente con algo de fuerza y cuidado el portentoso metal. ¡Et voilà! 

Consejos para navegar en un barco sin licencia

Una vez que ya os he contado cómo es conducir un barco sin licencia, sí me gustaría apuntar algún consejillo que creemos que igual os viene bien a raíz de nuestra experiencia:

1. Si os cruzáis con un barco grande, este puede generar olas. Lo mejor es encararlas de frente. Nosotros apenas tuvimos que enfrentar esta situación y tampoco nos salpicó apenas agua. Pero puede pasar.
2. No tengáis miedo de poner al máximo la aceleración del barco. Su motor de 15 cv no genera peligro alguno. ¡Y se disfruta mucho yendo con alegría!
3. Estad siempre atentos al ancla de otros barcos. A veces, al estar separado de la embarcación puede que no sea 100% visible. No obstante, al llevar barcos pequeños, también es difícil que haya un percance. Sin embargo, por el camino sí vimos algún conflicto entre barcos de mayor envergadura. Ser los pequeñines del lugar también tiene sus ventajas.
4. Aprovecha que se puede atracar a cierta distancia de la playa para hacer snórkel y ver peces que de otra forma sería más difícil. ¡Nosotros vimos una manta raya!
5. No olvides llevar algo de comida y bebida fresca si vas a estar todo el día. El sol, el gasto de energía, el snórkel… seguro que te entra buen hambre por el camino y que agradeces unos bocatas, algo de fruta y una cervecita fría en un descanso. Así lo hicimos nosotros y nos supo todo a gloria. 
6. Si eres proclive al mareo, no dejes de tener el estómago lleno y mirar hacia delante. Yo soy un poco y no tuve problema, pero sí hubo varios momentos en los que la fruta me salvó y al final acabé cansada pero perfecta.
7. Los veleros, por jugar con desventaja al moverse con elementos naturales, tienen siempre preferencia.

Datos prácticos de un recorrido en barco sin licencia

Para los detalles últimos de este plan (horas, lugares de partida…) lo mejor es hablarlo directamente con el armador. Como os avancé, una vez que contratáis el viaje, se ponen en contacto directamente con vosotros de modo personal.

En cuanto al precio de la experiencia, es un total de 315 euros (a razón de 285 el recorrido y 30 euros el combustible). Por otro lado, se depositan 100 euros de fianza que serán entregados al final si todo va bien (como así debería ser). Por lo que hablamos con Iván, nuestro armador, no es una situación muy habitual y todo suele salir perfectamente.

Una de las mejores experiencias del viaje a Menorca

Y después de daros todo tipo de detalle práctico, incidir en que navegar en un barco sin licencia puede ser una de las mejores experiencias de un viaje a Menorca. Os dará una perspectiva diferente de sus preciosas playas y te convertirá en capitán por un día. Te quedarás embobado con el agua cristalina de algunas zonas y podrás disfrutar de largos baños en el agua o siestas en la cubierta de la embarcación. Tendrás la intimidad única creada entre el mar y tú. Y pasarás el día a tu aire, en total libertad.

Estos días recordaba cómo hace años el mar era casi un completo desconocido para mí. Yo, de veraneo habitual en secano, apenas había probado la costa hace una década pero varias circunstancias han hecho que ahora no entienda la época estival (y también las demás, aunque menos) sin visitarlo y disfrutarlo durante muchas horas y con fuerte intensidad. Esta experiencia solo ha hecho que confirmarlo y ¡que solo tenga ganas de más!

*Este post ha sido escrito como resultado de una colaboración con la empresa Nautal. No obstante, todas las opiniones y experiencias relatadas son 100% reales y fruto de impresiones personales.