Nuestro primer contacto con Munich había sido cuando hicimos escala en nuestro trayecto rumbo a Füssen. En aquella ocasión, tuvimos unas cuantas horas para echar un vistazo a los alrededores de la estación de trenes. La impresión no había sido muy buena ya que parecía una escena de una película de zombies en la que no quedaba ningún ser humano vivo y que ya solamente los zombies gobernaban al mundo.
Apenas y asomamos “las narices” a la puerta de la estación y rápidamente decidimos mejor dejarlo para otra ocasión cuando regresáramos y que preferentemente fuera de día.
A nuestro regreso a la central de trenes luego de nuestro paso por la ciudad de los castillos, ya de día, la apariencia de aquel lugar si era totalmente distinta. Ya se veía todo lleno de vida, de gente, de ruido, y el mismo ambiente invitaba a explorar las afueras.
Mientras nos disponíamos a buscar nuestro hotel, nos llamó la atención la cantidad impresionante de bicicletas que estaban estacionadas por todas partes, incluso dentro de la mismísima estación. Luego, antes de abandonar las inmediaciones, vimos que había un establecimiento en el que se ofrecía la renta de este tipo de medio de transporte. De momento solo tomamos nota y nos dirigimos al hotel.
Ya que nos instalamos y luego de haber visto como estaban diseñadas las calles para los peatones y los ciclistas, decidimos que regresaríamos luego para rentar bicicletas para el día siguiente. Queríamos dar un recorrido de una forma distinta a la que alguna vez hubiéramos hecho cualquiera de los dos en una ciudad a la cual visitábamos. Aún estaría por verse qué rumbo tomaríamos.
En un principio nos daba la sensación de que Munich era una ciudad demasiado urbana
Renta de bicicletas en la estación de trenes
La renta por bicicleta era de casi 15 euros por persona por todo el día. Sólo había que dejar un voucher de tarjeta de crédito como forma de depósito, llenar unas formas y mostrar una identificación al encargado del lugar. La bicicleta se la entregan a uno con una pequeña canasta para poner pertenencias y cuenta con una lámpara en caso que vayas a andar durante la noche.
Tres puntos de interés en Munich
Cuando hubo tiempo, planeamos más o menos la ruta. A donde decidimos que iríamos, sería hasta el estadio de futbol Allianz Arena, casa del equipo local Bayern Munich.
A primera instancia parecía que iba a ser algo pesado ya que eran casi 13 kms de recorrido para llegar al estadio. Para aprovechar el viaje, también decidimos visitar dos lugares que estaban en el itinerario a nuestro paso por Munich; el Olympiapark y el BMW Welt.
El BMW Welt
La primera parada sería el BMW Welt, el cual es una especie de concesionaria de la prestigiosa marca de automóviles, pero con un objetivo de interacción con clientes y visitantes. Digamos que es una sala de exhibición de carros pero a lo grande, además de que cuentan con un museo para los que les interese más la historia de la compañía automotriz.
Luego de pasar unas horas en las exhibiciones de los carros, nos montamos en las bicis y seguimos el recorrido, ahora hasta el Allianz Arena. Solo fue cuestión de que siguiéramos al pie de la letra las indicaciones que la noche anterior habíamos planeado con el siempre salvador Google Maps, y fácilmente llegaríamos hasta nuestro destino sin ningún problema. Aunque ese día no pudimos entrar al estadio porque no era día de tour, al menos si tuvimos la oportunidad de conocer los alrededores y la parte exterior del estadio.
Por todas partes es común encontrase concesionarias de carros de lujo
Cuando terminamos de apreciar las instalaciones y de tomarnos las respectivas fotografías, ahora regresaríamos muy cerca de donde habíamos comenzado el día, casi enseguida del BMW Welt estaría nuestra siguiente parada, el Olympiapark . Lugar que representó la villa Olímpica para los Juegos Olímpicos de 1972. El parque se encuentra en excelentes condiciones y sirve como punto de reunión para eventos culturales, sociales, e incluso religiosos. La verdad que cada rincón del parque está para admirarse.
Luego de haber pasado un día muy entretenido, era tiempo de regresar al hotel. La noche estaba apunto de caer, y queríamos ser precavidos en cuanto a andar afuera a esas horas.
Por nuestra experiencia en nuestro paseo en bicicleta en Munich, solo podemos decir que lo recomendamos mucho. El precio de renta es accesible y el moverse para cualquier lado es sumamente sencillo. En casi todos lados hay señalamientos y lugares asignados especialmente para los ciclistas. Además, los alemanes tienen la cultura de respetarle mucho al peatón y al ciclista. Nos sorprendió la forma en que los automovilistas siempre le dan preferencia a uno y cuidan del que va cerca del automóvil, incluso en ocasiones cuando el propio automovilista tiene la preferencia.
Todo estaba muy bonito en el Olympiapark