Y es que, además de los hallazgos científicos de primer nivel que realizó, Newton también hizo guiños a la exégesis bíblicas (particularmente el Apocalipsis), la alquimia y otras pseudociencias y supersticiones. No en vano, Newton creía que los metales vegetan, que todo el cosmos / materia está vivo y que la gravedad es causada por las emisiones de un principio alquímico.
Alquimia.
La alquimia está estrechamente ligada a la filosofía natural. Formaba parte de la antigua tradición protocientífica. Algunos de los principios básicos de la alquimia se encuentran dentro del concepto de inmortalidad y transmutación. Así pues, los alquimistas investigaron ávidamente para desarrollar una receta que pudiera adherirse a estos conceptos. Porque la transmutación ayudaría a convertir un metal base en un metal noble. Aparte de esto, hubo estudios sobre un elixir de inmortalidad.Su trabajo sobre la alquimia salió a la luz cuando se hicieron públicos sus manuscritos del siglo XVII. El físico buscaba la piedra que contiene la respuesta a muchos misterios alquímicos. Sobre todo, su manuscrito detalla el procedimiento para realizar uno de los elementos críticos de esta piedra.
Para Newton, la piedra filosofal también encarnaba el matrimonio morganático perfecto entre verdades teológicas y filosóficas. Como hombre de ciencia y religión, eso no es de extrañar.
Según Newton, fue la piedra filosofal la que mantuvo el universo unido y en funcionamiento. Creía que era omnipresente y sin ella, el universo nunca habría sostenido la vida. Además, fue su obsesión por esta piedra lo que le ayudó a formular una de las teorías más populares de la ciencia: la de la gravedad. Newton relacionó la materia que causa la gravedad con la piedra filosofal.
Por otro lado, no fue el único fanático perseguidor de esta codiciada piedra. Muchos científicos eminentes de la época de Newton trabajaron para fomentar la alquimia y encontrar formas de resolver este misterio.