Diseñado por los arquitectos RO & AD, el Puente de Moisés literalmente parte las aguas que rodean la fortaleza, lo que permite a los peatones a pasar a través de las aguas sin mojarse hasta la fortaleza aunque estas les lleguen al nivel de la cintura.
Desde lejos, el Puente de Moisés es invisible a los ojos, pues el flujo de la fosa parece continuo, ya que el agua permanece al mismo nivel a ambos lados del mismo reflejando el follaje circundante. Cuando los visitantes se acercan a la fortaleza, el puente aparece como un corte en el agua, al contenerla con sus paredes inclinadas.
Para la construcción de este puente se ha utilizado madera Accoya tratada con un revestimiento no tóxico, que lo protege de hongos y aumenta su durabilidad. El Puente de Moisés es un claro ejemplo de alta tecnología en desarrollo sostenible.
Fuente: ro-ad.org