Este fin de semana, al respecto de Decoracción 2013, he estado pensando en cómo nos movemos en Madrid. Todo empezó porque el Barrio de las Letras ha sido una de las zonas “peatonalizadas” los últimos años y, aunque este cierre al tráfico permite actividades como ésta o como el Mercado de las Ranas, hay negocios que no lo han visto con buenos ojos o que han sufrido las consecuencias de esta imposibilidad de acceder en coche hasta allí. Pero, ¿necesitamos tanto el automóvil para vivir en Madrid?
La respuesta varía claramente en función del oficio de cada uno pero es verdad que Madrid no es una ciudad totalmente manejable o accesible a pie o en transporte público. Y si no, que me lo digan a mi, que tardo 20 minutos en coche al trabajo y 50 minutos en metro (sin contar posibles atascos y el detestado aparcamiento). Antes de la crisis (yo creo que el acrónimo a.c. debería tener un significado nuevo en este siglo), todo el mundo tenía un coche y muchas familias se podían permitir hasta dos vehículos por casa. En 2007, se vendieron 1,6 millones de turismos en España. En 2013, la industria suspira por superar las 700.000 unidades vendidas. Ahora, la gente alarga la vida útil de su automóvil y es cada vez más habitual comprar coches de segunda mano en Madrid. Un coche cada vez es un artículo menos aspiracional y se busca su utilidad a un menor coste. No en vano, el coche más vendido en los últimos meses en España es el más barato.
La siguiente tendencia en auge es, como no, la bicicleta. Lo creáis o no, ya se venden más bicis que coches en España. La semana pasada, se publicaba un artículo en The Guardian sobre este tema en el que afirmaban que “en barrios céntricos de Madrid, como Malasaña, la bici más que una costumbre es una obsesión”. Yo siempre he pensado que Madrid no es una ciudad para bicicletas, por su tráfico infernal y sus cuestas pero estas iniciativas para ir al trabajo en bici me están quitando la razón. Además, la DGT ya ha publicado un vídeo para concienciar a los conductores de que las bicicletas cada vez son más y que hay que respetarlas. En él también se hace hincapié en que todos han de cumplir las normas de tráfico, cosa que me parece especialmente importante. Me encantan las bicis, me gusta muchísimo ver cada vez más gente en Lavapiés utilizando este medio ecológico, limpio y sano para desplazarse pero me enervo cuando se saltan un semáforo.
Seguiré reflexionando ahora que me toca volver a trabajar tras la baja maternal. ¿Y vosotros? ¿Cómo vais a trabajar? ¿Cómo querríais ir?
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