Esta magnífica investigación (pdf) se ha llevado a cabo encuestando a 6.000 niños y niñas de 1º de ESO de toda España. En ella podemos ver representada la opinión que tienen acerca de su propio bienestar, demostrando ser conscientes de cómo está incidiendo en su entorno más cercano la crisis económica.
Debería ser un orgullo para todos los padres de este país ver cómo nuestros pequeños, lejos tratar la crisis como un tema “de esos que ven los mayores por la tele”, se mojan hasta las cejas al expresar unas opiniones que por error, nos podrían parecer exclusivamente adultas.
¿Qué harías si pudieras decidir? Se les ha preguntado a los niños. Y estas son el número de preferencias expresadas, ordenadas de más mayoritarias a menos:
3258 Asegurarme de que todo el mundo tiene algo para comer
3231 Asegurarme de que todo el mundo tiene un hogar
2902 Conseguir la paz en todo el mundo
2775 Hacer que todos tengan suficiente dinero
2760 Asegurarme de que todo el mundo es tratado igual
2553 Asegurarme de que todos los padres tienen un trabajo
2010 Estar siempre rodeado de amigos
1719 Esta más tiempo con mi familia
1148 Elegir el animal que me guste para tenerlo en casa
807 Asegurarme de que nunca más volveré a estar solo
770 Asegurarme de que todo el mundo se quiere
653 Comprarme un ordenador para mí
556 Construir un espacio para jugar cerca de casa
395 Comprarme un televisor para mí
336 Dejar de ir a la escuela
274 Tener mi propia videoconsola
Encabezan la lista las ganas de ofrecer comida, hogar y paz a todo el mundo. Haciendo gala de una gran madurez, se muestran conscientes de que buscar el bien universal les reportará a su vez una mejora en el bienestar particular. Las ganancias a corto plazo que suponen comprarse su propia videoconsola o dejar de ir a la escuela están a la cola de sus prioridades.
Otro aspecto que no podemos pasar por alto es que a continuación de las opciones generales para el bien de la humanidad, existe un segundo grupo que aunque tienen por objetivo mejorar directamente el bienestar particular, son igualmente nobles y mucho más espirituales que materiales como por ejemplo estar más tiempo con la familia o con los amigos.
Es un lujo que organizaciones como Unicef y la Universidad de Girona pongan a nuestro alcance estas herramientas para conocer mejor a nuestros hijos, reflexionar como adultos acerca de la infancia y crecer como padres.
Hoy entiendo cuando dicen que al convertirnos en madres, adoptamos a todos los niños del mundo, porque leyendo este estudio no he cabido en mi de gozo al saber que nuestra descendencia construirá un mundo mejor.
Os dejo con la cita del Art 12. de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN):
“Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio en el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”
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