He seguido haciendo recetas, algunas de ellas espectaculares, pero no me encontraba con energía suficiente como para ponerme a escribir en el blog.
Ha llegado el momento de hacerlo. Me encuentro con ganas, y creo que en uno de los mejores momentos de mi vida.
En mi trabajo ya me encuentro totalmente integrada y muy a gusto, aunque tengo que reconocer que ha sido duro.. .Y la vida en familia va recuperando la calma y la tranquilidad que no hemos tenido en estos años anteriores.
He estado a punto de no encontrar la salida a tantas dificultades, pero al final tenemos más fuerza de lo que nos creemos y podemos con todo.
Y sobre todo por todos los que perdéis unos minutos de vuestro tiempo en leerme. A vosotros os debo que este blog siga.
La receta que os voy a dar hoy es de una compañera de trabajo a la que le gusta mucho cocinar, por lo que no será la última que haga suya. Posiblemente sea de las mejores que encontréis en el blog, junto a mi famosa Zarzuela de marisco.
Y es estupenda para estos días de fiesta que llegaran en breve. Si la hacéis de un día para otro todavía os resultará mucho más sabrosa.
Recordad que cuanto mayor sea la calidad de los ingredientes, mucho mejor os saldrá la receta.
Es una receta donde vamos haciendo todo por separado y luego lo juntamos para que se mezclen los sabores. No es difícil, aunque sí hay que hacerla sin prisas.
Ingredientes:
- 500 gr. de alubias blancas
- 1 hoja de laurel
- 400 gr. de langostinos crudos
- 1 sepia limpia
- 1 kilo de mejillones
- 1 kg. de almejas
- 1 cebolla mediana
- 1 pimiento verde
- 1 tomate maduro
- sal
- aceite de oliva
Preparación:
Tendremos que poner las alubias en remojo la noche anterior para que se hidraten.
Al día siguiente empezamos la receta:
Ponemos las almejas en agua fría con un puñado de sal gorda para que suelten la arenilla. Debemos de cambiarlas el agua dos o tres veces.
En una cazuela ponemos las alubias junto a una hoja de laurel, un chorro de aceite y una cucharadita de sal.
Las dejamos que cuezan a fuego medio bajo durante una hora más o menos. El tiempo va a depender de la calidad de las alubias. Mientras cuecen, las vamos desespumando.
Mientras, limpiamos los mejillones quitándoles las barbas y lo que tenga adherido en su concha. En una cazuela ponemos unos 3 cm. de agua y cuando empiece a hervir añadimos los mejillones.
Retiramos del fuego al cabo de unos minutos, cuando se hayan abierto las conchas. Reservamos.
Pelamos los langostinos. Reservamos los cuerpos.
En una sartén con un chorrito de aceite ponemos las cabezas y las cáscaras y las salteamos unos minutos. Cuando vayan soltando su jugo, las echamos a una cazuela con unos 500 ml. de agua aproximadamente y las dejamos cocer a fuego medio alto unos 15 minutos. Trituramos un poco con ayuda de una batidora y colamos el fumet. Sacamos todo el jugo que podamos con ayuda de una cuchara de madera. Reservamos.
En una sartén con un chorrito de aceite ponemos la sepia troceada y la salteamos hasta que coja color. El fuego no puede estar muy bajo por que no queremos que se cueza, tiene que oler a marisco. Reservamos.
En la misma sartén, añadiendo un vaso de agua, ponemos las almejas escurridas y las vamos moviendo hasta que se abran.
Cuando las judías estén tiernas las sacamos a una cazuela que sea bajita, pero amplia. Añadimos tan solo un poco del caldo de la cocción.
Le echamos entonces, los langostinos, los mejillones sin las conchas, la sepia, las almejas y el fumet y ponemos a fuego suave. La cantidad de caldo depende de lo caldoso que nos guste el guiso. Podemos añadirle un poco de agua de los mejillones y de las almejas, pero siempre colado para que no caiga arenilla.
Hacemos un sofrito con la cebolla, el pimiento verde y el tomate. Lo pasamos por la batidora y se lo añadimos a las alubias.
Dejamos que cueza todo durante unos 15 minutos, aproximadamente, hasta que veamos que todos los sabores se han integrado.