Álvaro Soler no es más que otro cantante irrelevante, innecesario y directamente mierdoso con pelazo y mirada intensa que crea canciones con los mismos ritmos pegadizos y repetitivos.
Parece un recién salido de la academia de OT y caga canciones con letras muy malas, típicas de chiringuito y que gana mucha pasta haciendo música comercial que no le gusta ni a él mismo.
No trasmite nada y baila igual que un perro dando vueltas para echarse o como si tuviera un palo de escoba metido en el culo.
Aún así, ha alcanzado éxito internacional con las peores rimas de la historia, su impostura intentando esconder su rollo pijo.
En todos los veranos intenta colar una nueva canción. El caso es que lo consigue.
Se dio a conocer por el éxito de su primer sencillo, El mismo sol, durante el verano de 2015. Pero no fue hasta que versionada junto a Jennifer Lopez. Y eso que la versión era peor que la original.
Luego lo petó con La cintura y Sofía que básicamente es la misma canción con distinta letra. A partir de ahí en adelante lanza singles que cada vez tienen peores números.
Pronto desaparecerá y en poco tiempo se quedará calvo.