Alves: “No me sentí valorado por club y afición; todo parecía mi culpa”

Dani Alves, uno de los jugadores que para este curso tenía el futuro incierto, parece que cuenta para el nuevo entrenador culé después de que éste declarase que “es muy buen jugador y nos puede ayudar mucho”. A falta de diez días para el cierre de mercado, no hay ofertas por el lateral, y aunque la llegada de Mahtieu y Vermaelen le ponen presión, jugó de titular en el Gamper y ya dijo que su objetivo es quedarse en el Barcelona. El brasileño atendió a los medios de comunicación después de la única sesión de entrenamiento que realizará hoy el equipo de Luis Enrique en la Ciutat Esportiva. Estos fueron los temas tratados:
¿Cómo afrontas la temporada? “Como siempre. Siempre se habla bastante de mí aquí, por lo que encaro las cosas con naturalidad. Soy una persona a la que las críticas le motivan bastante, es lo que me hace mejorar. Los elogios te acomodan, no te aportan mucho, y al final lo que te hace ser mejor mañana son los palos que te dan. La única cosa que no puedes hacer es dejarte influenciar por esto, solo utilizarlo de una forma positiva, y es lo que tienes que hacer. En este club me he ganado el derecho de que al menos me respeten un poco: 300 partidos y 12 títulos. Me he currado que me respeten aquí. Es un placer trabajar con una persona como Luis Enrique, nos exige muchísimo y al final esto es lo que me hace estar ilusionado. Hacemos un trabajo bueno y exigente. El desafío este año es maravilloso”.
¿Vas a cumplir tu contrato? “Yo vivo año tras año, y yo cuando fui cuestionado a la vuelta de Barcelona sobre eso, dejé muy caro que necesitaba hablar con Luis Enrique y sentir que él realmente contaba conmigo porque es con quien voy a trabajar durante todo el año. Normalmente el club no convive tanto con los que toman decisiones: entrenador, staff…y quería sentir su intención, saber realmente lo que ellos querían de mí. Me transmitieron que cuentan conmigo, por lo que yo cuento con él. Es una cosa de dos. Yo pretendo hacer lo mismo que he hecho hasta ahora. Llevamos dos años malos, y yo igual que todos, pero la carga de un equipo no puedes achacarla a una sola persona. No hay un culpable. Somos un equipo para lo bueno y para lo malo. Mi parcela de responsabilidad la asumo, y eso es lo que hace que este año esté ilusionado para volver a ser lo que la gente está acostumbrada a ver en mí. Cuanto más bajas las exceptivas sobre mí, más motivación y orgullo tengo. Tengo las pelotas así de grandes: ante la dificultad tengo mucha personalidad y por eso he decidido quedarme aquí. Es la séptima temporada que estoy aquí. Algún día me tendré que ir, como Víctor, Puyol, o como casi se va Xavi. Mi momento llegará pero lo que me gustaría es salir de aquí con la sensación de que aquí han tenido a un gran profesional, a un gran jugador que ha formado parte de la historia de este club. Si me iba ahora no me iba a marchar con esa sensación. Parece que todo lo que pasaba en el club era culpa mía. Ahora enfrentamos un nuevo reto, bonito, y es lo que me motiva. Acabo contrato en 2016, tengo firmado este año y otro más, si no hay cambios, ese es mi contrato. Pero yo vivo año tras año y para mí este año es vital, para bien o para mal. Es con lo que me voy a quedar. La ilusión es la misma, digan las tonterías que digan: de querer ganar y ser los mejores, aunque cada vez cuesta más. Nos estamos preparando a conciencia para enfrentarnos a todos los retos marcados”.
¿Por quién no te has sentido valorado? Un poco por todas las partes: club y afición. Pero yo soy el responsable de todo esto porque acostumbré a la gente a un nivel, y cuando bajas, la gente exige. Es normal. Pero yo pienso que deberían haberlo enfocado de otra manera. No me he sentido respaldado a la hora de defenderme de todo lo que salía. Hay que vender periódicos, hay que especular, pero yo tengo informaciones de querían traer a más jugadores para sustituirme. A mí historias a estas alturas que no me cuenten. Yo siempre lo he tenido muy claro el hecho de quedarme aquí porque tengo contrato. Pretendo salir con la sensación de que mi deber aquí ha sido bien cumplido, y no con la de que no sirvo. Yo sirvo mucho”.