Entre las enfermedades neurodegenerativas, la enfermedad de Alzheimer es una de las más terribles, que afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada. Los pacientes con esta enfermedad presentan problemas cognitivos, en algunos casos demencia y, en la mayoría, existen deficiencias vasculares en el sistema nervioso central.
La causa de esta enfermedad es objeto de una intensa investigación en numerosos laboratorios de todos los países desarrollados. Diversos trabajos publicados por el grupo de Luis Carrasco (CBMSO-UAM) han demostrado la existencia de infecciones fúngicas en pacientes con algunas enfermedades neurológicas, como son algunas retinopatías o la esclerosis múltiple. Recientemente, el mismo grupo y según se publica en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, sugiere que la enfermedad de Alzheimer podría estar provocada por infecciones fúngicas.
En la enfermedad de Alzheimer los cambios en la proteína tau producen la desintegración de los microtúbulos en las células cerebrales. / ADEAR (vía Wikimedia Commons)
Se ha observado que estos pacientes contienen elevados niveles de proteínas y de polisacáridos de origen fúngico en la sangre periférica, lo que muestra la existencia de micosis diseminadas. Además, el análisis directo de muestras de cerebro de pacientes fallecidos indica de manera clara la existencia de proteínas de hongos, demostrando que existe invasión de estos organismos en el sistema nervioso central. El análisis de ADN manifiesta la presencia de diferentes especies de hongos en muestras de cerebro. Según se desprende de los estudios, existen diversas especies en un mismo paciente, las cuales pueden variar de una persona a otra. Todo esto estaría de acuerdo con la distinta evolución y severidad de los síntomas en cada enfermo.
En conclusión, y siempre según los autores del trabajo, se han aportado evidencias sobre la existencia de infecciones fúngicas en pacientes con la enfermedad de Alzheimer, abriendo un nuevo campo de investigación de la etiología de esta enfermedad. Estudios futuros en este sentido servirán para determinar el papel jugado por las micosis diseminadas en la aparición y desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.