Los hallazgos sugieren que hacer a las mujeres conscientes de los beneficios de dar el pecho debería ser parte de las recomendaciones de rutina para un estilo de vida saludable posterior al cáncer, aseguraron Susan W. Ogg y colegas del Hospital Pediátrico de Investigación St. Jude en Memphis, Tennessee.
Los investigadores revisaron estudios que examinaban si las mujeres pueden amamantar con éxito tras el tratamiento para el cáncer pediátrico, cómo los tratamientos del cáncer pediátrico afectan la salud de las mujeres a largo plazo en general, y si amamantar podría reducir tanto el riesgo como el impacto de la toxicidad relacionada con el tratamiento en supervivientes de cáncer.
El análisis reveló que amamantar puede tener un impacto positivo sobre la densidad mineral ósea, el síndrome metabólico, la enfermedad cardiovascular y los tumores secundarios de la madre, factores de salud que son negativamente afectados por el cáncer pediátrico.
"Junto con comer bastantes frutas y verduras, no fumar, usar protector solar adecuado, practicar sexo seguro y participar en actividad física regular, las mujeres que han sobrevivido a un cáncer pediátrico y tienen la capacidad física de amamantar deben ser animadas activamente a hacerlo para ayudar a protegerlas de los muchos efectos duraderos del tratamiento del cáncer", concluyeron los investigadores.
Alrededor del 80 por ciento de los niños y adolescentes de EE. UU. a los que se ha diagnosticado un cáncer pediátrico sobreviven actualmente, pero muchos se enfrentan a importantes desafíos de salud, del cáncer mismo o de su tratamiento. Esos desafíos incluyen trastornos del crecimiento y el desarrollo, disfunción orgánica, dificultades reproductivas y riesgo de recurrencia del cáncer.
Desde | HealthDay News/HolaDoctor
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