Revista Coaching

Amancio Ortega: ya es el tercer hombre más rico del mundo

Por Planemprendedorweb

Por Juan Carela: Amancio Ortega. Ya es tercer hombre más rico del mundo (Bloomberg dixit), habiendo partido casi de la nada, es algo que no está al alcance de todos. Ahí es nada, figurar tras Carlos Slim, Bill Gates y por delante de Warren Buffet, en las listas de los seres más privilegiados del mundo. Supongo que merece la aclamación: cinco mil tiendas de Zara y hermanas repartidas por todo el mundo, y ciento diez mil puestos de trabajo creados, avalan una trayectoria histórica.

En tercer lugar, Se encuentra el español Amancio Ortega, el co-fundador del grupo Inditex, que fabrica distintas marcas de indumentaria incluyendo ZARA. El empresario de 76 años tiene una fortuna de of US$ 46.600 millones.

Amancio Ortega es una rara avis en España que ha conseguido llegar a ser el tercer hombre más rico del mundo, tal y como acabamos de conocer en la última edición de Bloomberg . Amancio Ortega es un hombre que se ha hecho así mismo, que rehúye constantemente las apariciones públicas, la prensa rosa y el flash de las cámaras.

Inditex, su imperio y su marca insigne Zara, no existía hace 40 años. Su imperio se ha levantado desde cero, con la combinación de muchas luces y sombras en una trayectoria que ha colocado a Zara, su marca insigne en todo el mundo y que va sobre los hombros de más de 110.000 trabajadores, como una de las principales en un sector maduro y muy competitivo.

La mejor motivación, una bofetada de realidad
En plena posguerra, cuando Ortega tenía doce años, asistió a un hecho muy habitual en la época. La tienda de barrio de toda la vida dejaba a su madre sin crédito y sin poder realizar la compra. Esta es la bofetada más dura que te puede dar la vida con doce años, ver cómo tu propia madre no es capaz de conseguir poner el pan en la mesa por la dureza de la posguerra y la crisis económica. Aquí es dónde la madera y afán de superación te hacer apretar los dientes, cerrar los puños y jurar que nadie de los tuyos volverá a pasar por una situación similar nunca.

A partir de aquí, Amancio Ortega supo que tenía que trabajar duro desde aquel preciso instante y arrimar el hombro en su familia, al igual que hicieron muchos otros españoles que abandonaban el colegio siendo casi niños para comenzar la dureza de la vida laboral. La camisería Gala en A Coruña fue su primer empleo, destacando por ser el chico para todo y multitarea. Desde limpiar los cristales, a atender el mostrador le dieron el sello de eficiencia y responsabilidad necesario para saltar a tiendas de más y mejores sueldos con 17 años.

Con el cambio de empleo a la tienda de La Maja, Amancio Ortega comenzó a aportar ideas en serio y los dueños a escucharlo, tanto a él como a sus hermanos. Y en este punto, es dónde se diferencian los emprendedores del resto de las personas, porque la sangre te hierve, la cabeza te bulle y tu cerebro no para de explorar nuevas expectativas e iniciativas a explorar. Amancio Ortega no quería entregar ese activo y esa sangre a otros para que lo aprovecharan y con 23 años, en 1963, decide independizarse por su cuenta y dar el gran salto al mundo empresarial.
Amancio Ortega había aprovechado sus diez años como empleado para hacerse una verdadera red de contactos. En su paso por las dos tiendas, había conseguido conocer a los fabricantes catalanes, los sistemas de distribución y hacerse un nombre entre el comercio textil gallego.
A este cóctel se le suma un buen carácter comercial y el emprendedor tiene las dosis necesarias para establecerse por su cuenta. ¿Con qué producto? Con las batas de boatiné y con una empresa familiar de cuadro típico de los años 60.

Los años 60 fueron los años de la apertura exterior del país, la emigración expulsaba a muchos fuera de nuestras fronteras y otros, como Ortega, decidían arriesgar contra viento y marea para quedarse en el país. Amancio Ortega, su primera mujer, Rosalia Mera, su hermano Antonio y su cuñada, se establecen por su cuenta.

El modelo de negocio era muy sencillo. Confeccionar batas de boatiné fundamentalmente, subcontratar mucha mano de obra y arrancar la producción con costureras domésticas que usaban la costura como empleo en casa para apoyar a los gastos de los hogares españoles de los años 60. Este modelo de negocio fue copiado en otros muchos sitios de España, pero sólo Ortega fue capaz de triunfar en el sector textil. ¿Cómo se explica su éxito?
Amancio Ortega innovaba desde la primera prenda, hacía cosas diferentes, cambiaba tejidos, diseños, cortes y amplió las líneas de productos más allá de las batas de boatiné. Industrias GOA fue la empresa que creó varios años antes para aglutinar un modelo de implantación vertical en un producto textil que no existía aún en España. ¿Qué le faltaba a su producto? Marca, que la forjó a partir de la apertura de su primera tienda en 1975 en A Coruña.

Bajo la marca Zara y con esta apertura, cerró el círculo de la distribución textil y a partir de aquí, el modelo de negocio consistía en consolidar marca, abrir más tiendas y controlar mejor el proceso de integración vertical. En 1979 agrupa todas las líneas de negocio en Inditex y siguió replicando el modelo de éxito agilizando mucho el proceso de diseño de prendas. Hasta ese momento, las grandes cadenas de distribución funcionaban con plazos mínimos de un año para cada temporada.
Inditex había conseguido desde sus orígenes reducir este plazo a varias semanas con una rotación de stock completa en menos de dos meses.
Esta rotación facilita la venta de prendas constante en el tiempo y este modelo de negocio, se adelantó a las preferencias de consumo de la nueva España democrática. En los años 80, las economías domésticas no permitían comprar prendas de ropa con la frecuencia que se hace en el siglo XXI. Pero Ortega supo que vendrían tiempos mejores y supo anticipar a Inditex y su modelo de negocio a la demanda del mercado.
Este cóctel con un gran trabajo por parte de todos, ha situado a Inditex como una de las principales distribuidoras textiles del mundo y a su alma máster como el tercer hombre más rico del mundo.
Amancio Ortega es la excepción, el rara avis que ha sabido aprovechar todas sus oportunidades y que ha estado en el lugar adecuado en el momento justo.


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Por  Juan Carela Hernandez
publicado el 14 febrero a las 03:08

Si amamos a Dios sobre todas las cosas que nos motiva a hacerlo Por Juan Carela: ¿Cuál es tu motivación? Alguna vez te preguntaste ¿cuál es la motivación que te impulsa a servir a Dios y mantenerte trabajando en su obra? Quizás esta historia te ayude a identificarla. Un anciano, vivía solo porque había perdido a su esposa. Trabajó duramente como sastre toda su vida y ahora, pro causa de su edad, ya no podía trabajar. Tenía tres hijos varones, pero ellos han formado sus propios hogares y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por mes.
El anciano estaba cada vez más débil y los hijos lo visitaban cada vez menos. -Ya no quieren estar conmigo ahora, soy una carga, se decía así mismo, entonces se le ocurrió una idea. A la mañana siguiente fue a la carpintería de su amigo, en busca de un cofre de madera, lo llenó de pedazos de vidrio, lo cerró con llave y lo puso bajo la mesa. Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. -¿Qué hay en ese cofre? -preguntaron mirando bajo la mesa -Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado, sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.-Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron ellos. Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el anciano, y así podrían cuidar el cofre. El hijo menor se mudó a la casa del padre y le cuidó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente el mayor. Así siguieron por un tiempo.
Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina. Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron en cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.
-¡Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos! -¿Pero qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días. Avergonzados, no les quedó otra que reconocer su mal proceder. ¿Cual es la motivación que nos lleva a amar a Dios, servirlo y obedecerlo? ¿Responde a lo que queremos obtener de Dios y recibir de Él en este mundo? No te equivoques, ni trabajes para Dios por una motivación incorrecta, que en realidad todo lo que hagas por Él, nazca por un agradecimiento inmenso por lo que hizo para salvarnos, por el amor incondicional que siempre nos demuestra dándonos vida, fortaleza para seguir adelante y por el anhelo de pasar una vida eterna junto a Él.

“Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”1 de Samuel 16:7

Que tu obediencia, tu servicio sean el fruto de la admiración y la pasión que tienes por tu Padre y no por algo pasajero, sino por algo eterno.

Piénsalo… ¡y aplícalo! Saludos, Juan carela. Si te agradó este artículo o tuvieras alguna duda, déjame tu comentario. Será un gusto placer saber de ti. Para comunicarte conmigo también puedes escribirme a… [email protected] [email protected]

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Por  Maria Cristina Garzon Linares
publicado el 18 diciembre a las 01:33

don armando un buen saludo ydejeme decirle que cristo le ama

Por  Maria Cristina Garzon Linares
publicado el 29 octubre a las 01:36

amancio ortega le envio un cordial saludo espero su respuesta