Amanda Echeverría: “Lo que pretendo es escapar de la pintura que dicta el mercado”

Amanda Echeverría, pintora, ceramista y arquitecta,  argentina de nacimiento, aunque vive y trabaja en la isla de Ibiza.  Ha realizado exposiciones a lo largo del mundo, de entre todas ellas podemos destacar las realizadas en Italia, España, Alemania, Inglaterra, Suecia, Holanda, Francia y Sudáfrica. La retórica hemos tenido la oportunidad de poder charlar un rato con esta artista tan polifacética y crítica. -¿Cómo y porqué cambió la arquitectura por la pintura? Mi formación  profesional como Arquitecta-Urbanista difiere en mucho del actual aprendizaje en Escuelas de Arquitectura, demasiado compartimentalizado. El estudio de la Arquitectura como disciplina (mezcla de Arte y Ciencia) puede guardar muchos matices en función de la visión que se tenga de aquella. En ese aprendizaje que me supieron dar de la Arquitectura, relacionada íntimamente con las demás artes, es como he recibido los conceptos básicos del color, la música y todo lo que contenga lenguaje plástico: llámese pintura, diseño, o ballet. Mis primeras exposiciones de pintura fueron precisamente en la misma Facultad de Arquitectura; y pasar de la Arquitectura a la pintura nos fue fácil y familiar.   -¿En qué movimiento artístico/os enmarcaría su obra? Siempre he sido reacia a encasillarme en tendencias, escuelas o estilos, pero quizás si hay que darle un nombre  sería de Realismo Fantástico, ya que pretendo hacer en pintura lo que en literatura hicieron García Márquez, Fuentes o Roa Bastos, y sobre todo escapar de la pintura que dicta el mercado.  -¿Cuál o cuáles son sus mayores fuentes de inspiración? En principio no creo en eso que se llama inspiración, en eso que es como un rayo que te clarifica de repente todo y te conduce a un buen resultado en tu tarea. Más bien creo en lo que decía Picasso: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Lo mismo pasa con lo que se llama genio o talento, que Beethoven lo aclara diciendo: “El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante trabajo”. Si pueden existir elementos motivadores de los cuales nuestro disco duro mental, como en toda persona está repleto, el secreto consiste en saberlos seleccionar y usar. Pero si es que hay esta fuentes motivadoras podríamos decir que todas parten del entendimiento que se tiene del hombre, la naturaleza, del arte y del tiempo que te toca vivir. -¿Cómo ve el panorama artístico actual? El panorama artístico actual, como muchos otros panoramas se ven al menos turbios, ya que un sistema que promueve y alienta el “todo vale”, mientras esto sea rentable, hace que se arribe a la confusión actual donde se llega a extremos de plantear que la obra de arte en sí no existe y que sólo es suficiente la provocación y el excentricismo banal. El sistema ha instituido como valor la banalidad en la música, en el cine, en la pintura y hasta en el pensamiento. Desgraciadamente en la historia del arte vemos como los artistas en distintas épocas se vieron presionados por poderes religiosos, monárquicos y demás, pero el golpe de gracia al arte y los artistas fue la irrupción del mercado del arte, este poder es desde hace tiempo el determinante de la decadencia de la calidad artística ya que solo detrás del negocio, promueve, distorsiona y confunde los valores que el verdadero arte nunca renunció mientras fue arte. -¿Qué opina de los constantes recortes en materia cultural? Quizás en otras épocas podríamos decir que los recortes en materia cultural se justifiquen por el desconocimiento de los políticos de considerar a la cultura como prescindible, pero en un momento en que se recorta hasta la dignidad y la ilusión de la gente no hay argumentos que expliquen estas aberraciones. Entrar a explicar los orígenes reales de la crisis, los recortes y las razones de por qué tenemos que pagar rescates de Bancos y empresas lo entendemos bien pero sería motivo de otra entrevista. Lo cierto es que vaivenes políticos en materia de educación, han logrado que nos posicionemos a la cola de Europa. Esto lo explica todo. - ¿Cree que el continuo cambio del IVA está afectando a la comercialización de obras de arte? Al estar convertida la obra de arte en una mercancía, ésta queda sujeta en su valor a leyes y manejos ajenos a su propia naturaleza. Si ya de por sí es complejo asignarle un valor monetario a una obra de arte, lo es más si este valor es fluctuante y depende de las leyes de un mercado que lo relativiza todo y hasta tiene el poder de convertir en estrellas a gente sin capacidad alguna para producir arte, llámese Damien Hirst y otros que no hicieron  aporte alguno a la actividad y son los mejor cotizados en este momento. Quizás un día se pueda escribir un tratado de “El arte de crear ” “artistas”" y ésto bien entrecomillado. Un ejemplo claro del manejo mercantil de una obra de arte es la venta de “Los girasoles” de Vincent Van Gogh subastada en 1987 por Christie’s en cuarenta millones de dólares, suma que en su momento se comentaba solucionaría el analfabetismo en varios países de Sudamérica. Esta venta se hizo con un gran despliegue de marketing, contando con la colaboración del propio Museo Van Gogh de Amsterdam. Una compañía japonesa de seguros participó en la puja y adquirió la obra por teléfono con la intención de hacerse de una inversión, no de una obra de arte y de esta manera el valor monetario, no el estético, seguirá creciendo, que es lo que busca una inversión, en un espectáculo de especulaciones y manejos que enrojecerían al propio Van Gogh. El impuesto a las obras de arte hace siglos ya tenía preocupado al mismo Rembrandt que murió acosado por los IVAS de esa época. De todas maneras estarán más preocupados de los cambios del IVA y demás, los que comercian con el arte, más que los propios artistas. Amanda Echeverría junto con su marido Orlando Herrera