Amando de Krupoviesa (by Cambiasso)

Publicado el 30 marzo 2013 por Santiago Tuñez

Se lo ve con las vísceras gruesas de éxitos y un mensaje carente de egoísmo. “Me definiría como un jugador que privilegió al equipo. Nunca jugué donde elegí, sino donde me pusiera el entrenador. Esa característica siempre prevaleció en mi mentalidad: jugar donde me necesitaran, llenando siempre algún hueco”, suele decir Esteban Cambiasso. Y al soltar esa frase, devuelve la tranquilidad y la experiencia de ser el futbolista argentino con más títulos (23) en la historia. Claro que, esta vez, todo fue distinto para Cuchu. El cierre del clásico contra Juventus lo encontró aturdido. Complicado. Descontrolado.
La derrota ante la Vecchia Signora alteró a Cambiasso. Y acaso por la impotencia de ver el scudetto cada vez más lejos, tuvo un ataque de furia. Sobre el lateral, el argentino hizo foco en Sebastián Giovinco y acertó su impacto en su tobillo izquierdo. Una patada criminal. Escalofriante. Y al borde de la fractura. La escena concluyó con un grito de dolor del futbolista de Juventus y la roja directa para Cuchu. La primera en 227 partidos en la Serie A.

Sorprendió la actitud de Cambiasso, dado que su nombre está unido al fair-play. Por eso, pidió disculpas después del partido. “Entré en el vestuario de Juventus y todos se dieron cuenta de que no quise hacerle daño a Giovinco. Fue una entrada peligrosa. Le pedí perdón y espero que se recupere pronto”, expresó Cuchu, mientras espera la sanción en el Calcio. Y su patada sin anestesia, en definitiva, domina las pantallas de todos los televisores.