Género: Drama romántico.
País: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.
Dirección: Bill Condon.
Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Kellan Lutz, Nikki Reed, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Jackson Rathbone, Ashley Greene, Billy Burke, Mia Maestro, Maggie Grace.
"La dicha matrimonial de la nueva pareja formada entre Bella Swan y Edward Cullen se ve truncada cuando una serie de traiciones e infortunios amenazan con destruir su mundo. Luego de la boda, Bella y Edward se trasladan a Río de Janeiro para su luna de miel y finalmente concretan su amor. Bella se descubre rápidamente embarazada y este hecho pondrá en movimiento una cadena de eventos peligrosos que enfrenta a los Cullen y sus aliados contra los Volturi, el temible consejo de vampiros, preparando el escenario para una batalla sin cuartel."
Por supuesto, los fanáticos estarán de parabienes ya que sus escenas favoritas están presentes en la pantalla grande; habiendo leído el libro me da pena volver a revivir las pésimas elecciones que hizo Stephenie Meyer para resolver alguno de los conflictos que se presentan en la película (el momento del macho Alfa es igual de paupérrimo que en el libro, un poquito mejor incluso me arreisgaría a decir) aunque por otro lado, la escena del parto, si bien no es tan brutal como en el libro, quedó muy bien plasmada en la pantalla y se puede considerar uno de los mejores momentos de toda la saga de películas.
Melissa Rosemberg, la autora de todos los guiones de la saga, hizo lo que pudo con lo que tenía a mano pero los diálogos siguen quedando extraños, edulcorados al extremo, noños; en cierto momento funcionan, como la escena en la que varios personajes dan un pequeño discurso sobre los recién casados. Incluso hay un mensaje interesante sobre el aborto, pero toda consciencia moral se pierde en el medio...
Y si hay algo que realmente no entiendo es cómo el presupuesto para esta entrega alcanzó los $110 millones de dólares cuando la calidad es la misma que la de las anteriores secuelas: no vi cambios radicales en la animación (los lobos siguen luciendo igual, el estado demacrado de Bella, aunque bueno, fue mayormente a base de maquillaje) y no hubo explosivas adiciones al elenco. Me sorprende que del presupuesto de Eclipse ($68 millones) hayan aumentado $42 millones (tan sólo en lo que se refiere a la Parte I) ¿Será que los secundarios pidieron aumento de caché?
Me apena mucho que un director de renombre como Bill Condon haya aceptado hacer las dos entregas, porque no hay un toque distintivo, no hay una chipa directorial, sino que Amanecer no se diferencia con ninguna de las secuelas en casi nada. Es como si Condon hubiera apretado el modo automático y se dedicara a filmar y cobrar el suculento cheque. Nada más.
Otro detalle que me picó también fue que, al menos en las dos primeras películas, había claros momentos en los que la música se acoplaba perfectamente a cierta escena del film y daban lo que yo llamo 'EL momento de la película': en Twilight, era el partido de baseball y en New Moon, era el escape de Victoria. En Amanecer, no sólo no hay momento musical apropiado, sino que la banda de sonido apenas coordina con las escenas; al menos Carter Burwell regresa para componer la banda sonora, porque sino estaban más que perdidos ya...
Calificación: C-