Es difícil confundir esta seta. Con un cuidado examen se determina cláramente. Tradicionalmente se comenta su posible confusión con la Amanita muscaria, pero sus diferencias son muy evidentes: tiene volva con forma de saco y no estriada, tallo y laminas amarillas y no blancas, sombrero naranja, estriado y normalmente limpio, y no rojo con numerosos restos diseminados de volva. Existe una variedad, la Amanita muscaria (var. aureola Kalchbr) que en situaciones muy concretas (decoloración por sol y lluvia...) pueden tener un cierto parecido, siendo determinante el color del pie y de las láminas, y sobre todo, la forma de la volva.
Y gracias a nuestras amigas del Club Naútico de Soria las he probado. Un sencillo carpaccio de esta rica seta en crudo, y macerada con aceite de oliva virgen, vinagre suave, y pimienta de Jamaica, que tan de moda se ha puesto para acompañar los gin-tonic. El tiempo de macerado debe ser breve para que quede la carne de la amanita con textura. Y estaban realmente estupendas.