Es muy revelador de la mentalidad nacionalista el argumento que ha utilizado Jordi Pujol como defensa de las políticas sociales en el Congreso que celebra Convergència este fin de semana. Se ha de evitar la marginalidad social, no porque las personas, los ciudadanos, los individuos y su dignidad y sentimientos sean lo importante sino porque de otra forma peligra la "cohesión social" y con ella la "supervivencia de Catalunya".
La Patria es lo importante, es el fin que justifica el resto de actuaciones, es lo que hace vibrar estos corazones que dicen amar tanto a "Catalunya", y no el sufrimiento real de los más humildes. Les importa "Catalunya" -su Catalunya imaginada, claro- y menos los catalanes. No es de extrañar su negación continua de la Cataluñya Real. No es de extrañar que con su idea de "Voluntad Nacional" no les importe pasar por encima de las voluntades reales de millones de catalanes y que para ellos no cuenten. Así Pujol ha sentenciado: “El Estado del bienestar es necesario para que Cataluña como nación se mantenga” y se ha quedado tan ancho. Y a nadie entre su audiencia le ha chirriado.