Amar es también agradecer y confiar

Por Mbbp

En algún sitio leí ayer que el día de Reyes Magos es el día del agradecimiento, por excelencia. Creo que la gratitud y la confianza son dos atributos que deberíamos tener y demostrar más en nuestra vida! Al fín y al cabo, ambos son manifestaciones del amor! Agradecer es valorar lo que tenemos o lo que nos han dado, restando importancia a los que no tenemos en la vida, a lo que deseamos aún obtener. Y tener confianza no es más que esperar que la vida nos traiga todo eso que aún no tenemos y que es lo mejor para nosotros. Basta ir por la calle y oír conversaciones de la gente para darse cuenta uno de que la mayoría de personas hablan de lo que no tienen, lo que les falta o lo que han perdido! O se demuestran desanimados ante lo que vendrá o piensan que nunca obtendrán en su vida!

A menudo concentramos nuestras energías en lo que nos falta, más que en lo que tenemos! Y seguramente tenemos tantas cosas para agradecer en nuestra vida, como razones para quejarnos de lo que nos falta en ella. ¿Por qué, entonces, solo nos concentramos en lo que nos falta y no en lo que tenemos? Ejemplos para agradecer son muchos, entre ellos la vida, la salud y ser capaces de sentir lo que vivimos y pasa a nuestro alrededor! Razones para quejarnos, seguramente tenemos tantas como todo eso que desearíamos y no hemos conseguido aún! Un amor para toda la vida, una familia mejor, un mejor trabajo, más dinero, mejor salud, más y mejores amistades, una vida fácil y confortable… Pero no debemos caer en el error de pensar que tenemos lo que merecemos, sino pensar que tenemos lo que hemos deseado de verdad e internamente, aunque no siempre seamos conscientes de ello! Si aprendemos y nos resignamos a sufrir, la vida entenderá que nos gusta sufrir y nos traerá más razones para sufrir! Si, en cambio, deseamos honesta y firmemente el amor y lo damos a los demás, la vida nos traerá más amor, en el momento oportuno, aunque casi siempre de forma inesperada!

Y aquí es donde empieza la confianza! Porque confiar es creer en nosotros mismos y en que la vida nos traerá todo aquello que necesitamos en el momento oportuno, ni antes ni después! Aunque quizás tengamos que pasar antes por circunstancias que no planeábamos y que resultan necesarias para aprender y poder acoger las que deseamos, cuando al fin lleguen a nuestra vida! Quizás el kid sea que deseamos sin poner la suficiente energía para que sea haga realidad, que solo aceptemos todo aquello que creemos merecer o que, incluso, obteniendo todo lo necesario, no siempre lo podemos o queremos ver en el momento en que se presenta en nuestra vida! En todo caso, confiar en la propia vida es creer que todo lo que nos pasa en ella tiene un por qué, pasa en el momento oportuno y tiene su sentido, aunque a veces nos cueste verlo en el mismo momento que sucede! Ocurra lo que ocurra, si nos permite sentirlo y resuena en nuestro interior, es porque debía ocurrir! Y resistirse no es más que negarse a aceptar la vida tal como es y, su resultado, será el sufrimiento!

Todo, todo lo que ha pasado en mi vida hasta hoy es, precisamente, lo que me ha hecho como soy y lo que me ha traído hasta aquí! Quizás muchas de las cosas que he vivido no hubiera deseado nunca vivirlas, pero la verdad es que negarme ahora a ellas no me hace feliz ni dichoso, sino que me invitan a la amargura y a reprocharle a la vida por su injusticia! Y eso precisamente es lo que hice durante demasiados años de mi vida y, claro, la vida me regaló miles de razones más para odiarla o, cómo mínimo, estar disgustado con ella y con todo lo que me rodeaba, que formaban parte de una presunta conspiración cósmica en contra de mí y de mi entonces imposible felicidad! ¿Cómo podía ofrecerme la vida argumentos y circunstancias para ser feliz, si yo estaba concentrando toda mi energía en renegar de ella y de lo que había a mi alrededor? Y claro está, llegó un momento en que hubiera deseado abandonar esa vida triste e infeliz que yo mismo me había creado en mi cabeza y en mi corazón! Supongo que tenía más miedo a la vida, que a la propia muerte como liberación!

Supongo ahora que ese momento de ofuscación tuvo que llegar a mi vida para despertarme y darme cuenta de que me estaba sentenciando a la infelicidad de por vida, porque además no tuve siquiera el valor de morir! Aunque ahora pienso que no me atreví a morir porque ya vivía muerto, durante todos esos años que yo me permití sufrir inutilmente por una vida solo soñada, pero nunca antes suficientemente deseada como para vivirla y aspirar a hacer realidad todo lo que siempre había soñado… y que hasta entonces no me había dado cuenta de que dependía solo de mí!

Pienso ahora que mi vida sigue aparentemente igual, aunque algo importante ha pasado en ella, que me permite verla, sentirla y vivirla de otra manera… ahora ya con ilusión, gratitud y confianza! Quizás tuve que estar cerca de perder mi vida para darme cuenta de que lo esencial estaba -y estuvo siempre- en mi corazón y que solo debía estar dispuesto a soñarlo, sentirlo y vivirlo, dejarlo salir… para que la vida luego decidiera cuándo y cómo lo viviría! A partir de ese momento, me dí cuenta de que el protagonista de mi vida era yo y que no podía depender solo de las circunstancias de mi alrededor! Y entonces descubrí algo siempre soñado y apenas obtenido desde fuera, que es la sensación de libertad, acompañada como siempre de la responsabilidad para conmigo mismo y los demás, incuyendo mi propia vida! Ya sé, es algo difícil de explicar, pero lo entenderás mejor si te explico los efectos, como dejar de huír permanentemente de lo que sentía y vivía, dejar de rechazar lo que sucedía en mi vida y, a cambio, siempre intentar encontrarle su sentido y la mejor manera de beneficiarme de ello!

Así hoy, cada día más, vivo con libertad lo que siento y lo acepto, sin más! Y eso me permite no sufrir tanto como siempre había sufrido mientras los condicionantes de mi vida mandaban en ella! Hoy ya casi puedo sentir lo que siento, sin miedo a herirme o a herir, porque mis sentimientos son honestos conmigo mismo y con los demás; hoy puedo desear felicidad a quien quiero, sin necesidad de otorgarme el papel de protagonista único de la felicidad de los demás; hoy puedo dar lo mejor que tengo al mundo que me rodea, sin imponerlo y sin que me sienta héroe de lo que consigo mejorar en él; hoy puedo incluso amar intensamente sin impaciencia y sin esperar recibir nada a cambio y, también, agradecer el sentirme bien amado, aunque no siempre se exprese así, como había pensado; hoy soy capaz de comprender que, habiendo dejado brotar mi tristeza, mi sufrimiento y mis reproches hacia mí mismo, los demás y la vida durante tantos años, ahora todo lo que siento y vivo en ella sale del corazón y es beneficioso para mí, para los demás y para el planeta en el que habito!

Y hoy, gracias a esa manera de sentir y de vivir libremente y desde mi corazón, estoy llegando a la paradoja de que me da igual morir ahora mismo, que vivir mil años más, para hacer todo lo que me queda aún por hacer en esta nueva vida! Sé que resulta difícil de creer, quizás pensarás que soy un loco que confía demasiado en sí mismo, en los demás y en la vida que es capaz de protagonizar o que soy un presunto iluminado que se cree con el privilegio exclusivo de la verdad! Pero te recuerdo que no, que soy de verdad, humano, universal y singular, como tú mismo con sus luces y sus sombras… aunque ya sé sentir -cada día más- la libertad y el amor en mi interior y compartirlos con quien amo! Quizás la única diferencia que pudiera haber entre tú y yo es que yo quizás empecé antes a amar de verdad, es decir, a confiar en mí mismo, en ti y en la vida y a estar agradecido por lo que soy, siento, amo y hago en mi vida! Tal vez estoy solo un paso más cerca de la vida plena y de la felicidad, aunque quizás pronto podremos también compartirla, con amor!

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