La llegada de
Amaral al
WiZink Center de Madrid se hizo con lleno, muchas emociones, declaración de honestidad por parte de una de las mejores bandas de este país y la necesidad de volver a encontrarse fans y proyecto.
En la actual gira en eléctrico estábamos acostumbrado a ver en el escenario uno de los grandes despliegues de la temporada, todo medido, todo cuidado y todo pensado para que se mostrase la elegancia de Amaral en los directos con esta gira. En su cierre no podía ser menos. El fin de gira ha sido de lo mejor del año, en lo referido a este proyecto, la guinda (esperada) por parte de los fans a una gira especial.
El directo empezaba como los grandes shows de la gira, se iban posicionando en el escenario en
Señales cuando
Eva salía al escenario con ese casco y se ponía a jugar con los espejos del mismo y la luz, acto seguido toda la banda (Juan a la guitarra, Alex a la Batería, Laura a los coros y a los detalles en shakers y otros, Tomás al piano y Ricardo al Bajo), juntos hacen de esas bandas que se lo pasan bien en el escenario y eso se notó en
El Universo sobre mí donde empezaba lo fuerte, acto seguido
Marta Sebas, Guille y los demás era el tercer tema, una propuesta que junto a los dos temas previos hicieron que la gente cantase, con esas emociones a flor de piel y dando ese cariño (con el que vimos a la banda emocionada), pero llegaban más temas, canciones que estaban en la gira como
Hoy es el principio del final, Bien alta la mirada o
Los que nos mantiene unidos; canciones donde la banda mostraba esa fuerza, con detalles electrónicos, al fuerza de las partes rítmicas y como
Eva y
Juan jugaban en el escenario (
Eva puntualmente con la guitarra), para ser la primera parte del directo, la escenografía, proyecciones y el sonido estaban mostrando todo el trabajo de este tiempo (como nota al margen, antes de terminar
se mencionó el nombre de toda la gente del staff de la banda y mención al equipo del recinto para agradecer todo lo recorrido estos meses).
Lluvia era otro tema esperado, otro tema que muchos fans querían escuchar y la banda no decepcionó.
Como hablar era otra revisión de un clásico, una forma de parar en cierta forma las emociones, volver a subir esas sensaciones de nostalgia y ver como toda la banda seguía disfrutando (detalles de las pantallas laterales), cuando las linternas aparecían para dar ese sabor al Palacio de los Deportes de Madrid (como referiría la propia Eva y el propio Juan en uno de sus breves parones). Llegaban Nuestro Tiempo y Revolución para que en Soledad todo estuviera preparado para que Eva diera un paso atrás (tras 608 días de espera ante la primera fecha) y dejara a Lucía Ruibal el escenario para que bailara sobre la canción, creando otro momento mágico donde parar el tiempo, donde mostrar que ese arte se puede sentir (mención especial a Alex a la batería en este momento). Tras un breve parón llegaba Ruido para seguir emocionando y volver a conectar con el pasado, como pasaría con Nocturnal, Moriría por vos, Cuando suba la marea o Juguetes Rotos (donde en el final Eva sacaría un mini piano y lo pondría al lado del micrófono); pero no podemos olvidar a Juan Aguirre, detallista con los fans, creando miradas cómplices e incluso acercándose al resto de la banda, en esos gestos confidentes que se compartieron en este directo. Días de Verano y la revisión de Ondas do mar unida a Mares igual que tu estaban cercanas al casi final donde Entre la multitud marcaba el cambio pero antes, un pequeño cuerpo de baile irrumpía en el escenario en uno de los temas para hacer de este fin de gira más especial.
En este cambio encontrábamos otro vestido para
Eva, todos con máscaras (distintas) y la llegada de
Kamikaze, primer tema de esta parte y la llegada de los últimos temas (donde volvimos a ver a
Eva con una guitarra), en este cambio,
Tambores de Rebelión y
Hacia lo salvaje (con referencia a
A galopar como se ha ido haciendo en la gira) y el cierre en
Halconera marcaban el ocaso de los tres últimos temas.
Juan Aguire y
Eva Amaral salían solos a dar las gracias, pero a cantar
Sin ti no soy nada, haciendo de la revisión un momento intimista, sincero y especial, no solo por lo que pasaría después, con la lectura de todos los nombres del staff, habría un cambio en la formación, por motivos esperados e inesperados encontrábamos a un nuevo teclista, que había estado al lado de la banda y que subía al escenario dado que
Tomás tenía que irse por una serie de buenas noticias), con el final lleno de emociones,
Salir corriendo y
Peces de colores eran los dos temas con los que dejarse la voz, sacar los móviles, no dejar de aplaudir y despedir una de las grandes giras nacionales que tras más de
600 días de espera, llegó para quedarse en el recuerdo de un
WiZink lleno.
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